MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR NUESTRO BLOG

miércoles, 30 de marzo de 2016

UN AÑO YA

Hace un año me iniciaba con miedo por estos lares de los blogs. Hace un año, no sabía por dónde encaminaría esta aventura. Me preguntaban cómo quería mi blog, qué quería poner, cómo lo quería estructurar... y yo me los miraba y decía: "no lo sé". Hace un año, pensaba que lo suyo era tener un blog con recursos, con teorías, con explicaciones que le sirvieran a todas las familias que comparten piezas TEA. Hace un año pensaba que los blogs sólo eran importantes si tenían algo interesante que aportar. Hace un año, no sabía ni por dónde seguir después de la primera entrada. Hace un año, hablé de aplicaciones para móvil para niños pequeños, de manera sencilla, sin mucho arte y sin mucha paciencia. Hace un año pensaba que quería buscar aplicaciones para niños con Autismo, que les fueran útiles y con las que disfrutaran. Hace un año quería hablar contínuamente de hábitos y rutinas, de aprendizajes en estas primeras etapas... en realidad quería hacer lo que la mayoría hace.

Sin embargo, sin escuchar apenas a nadie, me embarqué en un enfoque algo distinto. Me dejé llevar por mi corazón. Como quien no quiere la cosa, dejé que las cosas feas y tristes que traen el autismo se quedaran en casa. Lo malo todo el mundo lo ve, todo el mundo lo siente y todo el mundo lo cuenta. Es como los sentimientos. Cuando la tristeza se apodera de uno, la vive, muy muy profundamente, le da la importancia que no se merece y pone ese malestar en un pedestal que no le corresponde. En cambio, cuando la felicidad se aparece ante nosotros, aunque sean diez minutos, no importa, no merece ese momento de atención, de enmarcarla para siempre. He aprendido con el tiempo y gracias a mi pieza TEA, que es en las cosas pequeñas donde hay que poner atención. Hay que degustarlas, disfrutarlas y sentirlas como lo más grande que pueda existir. He aprendido a paso lento lo importante de las "nimiedades". Un "agua", una sonrisa, un movimiento, una iniciativa, cualquier excusa es válida en nuestras piezas TEA para estar orgullosos de ellos, para estar felices. Pasito a pasito. He aprendido, aunque me ha costado mucho más, a ser paciente, a  saber esperar a que ocurran las cosas, como comer entero o comer solo o atender y con paciencia infinita espero el hablar. Pero de esto no quiero decir nada. Porque hoy no tiene cabida. Hoy toca celebrar que inicié este camino. Hoy toca valorar si vale la pena seguir hablando de nuestras cositas bonitas. De sus avances, de sus días bonitos, de nuestros momentos, de sus canciones... O si es mejor cerrar aquí toda esta andadura. 

Evidentemente elijo la primera opción. Seguir. Porque disfruto contando nuestras cositas. Porque hay días que hablar de mi pieza TEA y sus historias me lleva a recordar mi propia infancia, desde lo lejos, en la distancia, con años de aprendizajes y curtida en muchas más cosas de las que yo pensaba.Y sigo porque me da igual si son tres, treinta, ciento setenta o cinco millones las personas que me siguen. No importa. Me importa que el mensaje que quiero transmitir llegue a quien debe llegar. Me importa que aunque el autismo sea una putada, abra los ojos a la parte buena, a la que vale la pena: disfrutar de un hijo y vivir. Sólo si consigo eso, vale la pena seguir. 

Así que señores, aunque no sea muy a menudo, seguiré escribiendo, seguiré hablando sobre mi querida pieza TEA, sobre la superfamiliaTEA que tengo la suerte de tener, seguiré dando las gracias a quienes se lo merecen aunque sólo hayan estado ahí una vez. Seguiré contando las andaduras colegiales de mi pieza TEA, con lo bueno y lo menos bueno. Contaré las canciones que le chiflan a mi pieza TEA, aunque no tenga nada que ver con el autismo. Y seguiré porque hay que sguir... pa'lante, siempre pa'lante.







No hay comentarios:

Publicar un comentario