MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR NUESTRO BLOG

sábado, 23 de junio de 2018

SABOREAR DESPEDIDAS

Son las ocho de la mañana. El silencio impera en casa porque todos duermen. Sólo se escuchan los pájaros, quizás son los pájaros que le hablaban a Bob Marley y de paso me hablan a mí. El sol ya se filtra por las ventanas y la luz empieza a invadir toda la casa. Mi deseo es que ese silencio continúe mientras escribo. No hay ruido, no hay movimiento, no hay voces, no hay música. De vez en cuando, Blau deambula por el comedor en busca de alguna miguilla que cayó al suelo. Pero el silencio está y se agradece.

Hoy, primer día de vacaciones de mi pieza TEA. Ayer fue el último día de cole hasta setiembre y me siento vacía. Hoy resaca de emociones. Una resaca agridulce. De aquellas que parece que ya estás mejor y de golpe vuelve el mareo. De las  que piensas que valió la pena todo el torbellino de subidas, bajadas, loopings y tirabuzones que hemos vivido todo este curso, pero no sabes si serías capaz de volver a vivir

Hoy, día de saborear despedidas. De decir adiós a un año repleto de retos superados, de olvidarse de las lágrimas derramadas cuando parecía que no había solución. De dejar atrás el no soy capaz de aguantar esta presión, de tirar a la basura el pensamiento irremediable de "dejaré de trabajar" porque solo nos ponen trabas. Pero también es día de recordar aquel lejano día de octubre que entre lágrimas escuchaba un audio de la monitora del comedor diciéndome que se lo había comido todo. De cómo toda la tensión acumulada se iba a través de mis lágrimas de alegría. Fue saber que esa persona, C., era la persona más adecuada para mi pieza TEA. Que durante todo el curso ha hecho un esfuerzo titánico para ganarse el cariño de mi pieza TEA, hacérselo suyo y haberlo a ayudado en ese reto en el que yo misma le metí. Porque muchas veces me siento culpable por ese "abandono" diario. Por decidir que necesito sentirme bien porque por fin vuelvo a hacer el trabajo que me gusta.

Y no tan solo lo abandoné para comer. Las entradas a la escuela ya no han sido a las nueve con los demás niños y sus mamis. Tuvimos que iniciarnos en una nueva rutina. La de dejarlo un rato antes con adultos a los que no conocía. A F. y a M.. Dos personas que también se lo han ganado con creces. Paciencia infinita, privilegios que no tocan pero que eran necesarios como que me estuviera un rato allí en la acogida o que le dejaran día tras día un trocito de celo, o que le dejaran mirar todas las marcas de los ordenadores... Al final dio sus frutos y mi pieza TEA corría feliz hacía la puerta cada mañana y casi que me echaba para disfrutar de ese ratito.


También es momento de despedirse de la dulce etapa de Educación Infantil. De recordar todo el camino recorrido durante tres años. De agradecer el trabajo bien hecho de todas las personas que se han topado con mi pieza TEA. De agradecer los gestos amables de muchísimas personas del cole que día tras día saludan con una sonrisa a mi pieza TEA. Es momento de echar la vista atrás y ver que mi pieza TEA ha crecido en el mejor entorno que podía imaginar. Que quien más quien menos, le ha dado cariño, confianza y seguridad. Sonreír ante esos compañeros que han crecido con él, que le siguen respetando y que le quieren tal cual es. Porque aun no lo entienden, pero lo entenderán en breve. Pero ese sentir tan puro es lo que vale y con lo que me quedo. 

Por mi mente pasan diferentes imágenes, fotografías colgadas en el blog del cole. Y veo esos cambios imperceptibles para otros. Quedarse sentado para la foto de grupo, aunque sea un minuto, participar aunque sean dos minutos en actividades propuestas, verlo disfrutar en las excursiones (a pesar de los lagrimones al subir al autocar) o como las últimas fotos... participando en los juegos de agua, con los demás, a su manera, pero estando allí. 

Y mis recuerdos de estos años también tienen un hueco para la gente del AMPA del cole. Personas que, algunas de ellas han conocido nuestra historia desde el principio y han luchado desde dentro por los derechos de mi pieza TEA. Que alguna de ellas como Y. ha tenido que aguantar mis lloreras cuando era incapaz de ver la luz y solo sentir que nada tenía solución y escucharle decir: "es difícil pero lo conseguiremos" y ver al cabo del tiempo, que sí que ella tenía razón. Y que esta misma persona, cuando todo se complicó, fue valiente y me tendió la mano quedándose a mi pieza TEA para entrarlo ella misma al cole. Gesto increíble y que nunca sabré cómo agradecer. 

Lloro porque se acabó este paraíso. Porque el año que viene ya no será un dulce vivir escolar. Siento la incertidumbre detrás de mí. No sé cómo será el próximo curso. No sé si tendremos las mismas ayudas, ni la misma suerte con las personas que nos topemos. No sé si mi pieza TEA será capaz de entender el cambio de etapa, del ahora viene lo serio y tocará trabajar de verdad. No sé cómo cambiarán sus compañeros no cómo lo van a tratar. Tengo miedo de lo que va a venir, de si sabremos llevarlo hacia delante, de si mi pieza TEA colaborará e irá aceptando todo lo que va a venir. 

Sin embargo, setiembre aun queda lejos. Dos meses por delante, los dos meses de tregua que cada año nos regalamos. Momentos de playa y piscina, de paseos al atardecer. Momentos de olas que suben y bajan. Momentos de risas histéricas en ese mar que tanto nos da. Disfrutar del verano, de superabuelosTEA, de superpapáTEA y de esa dulce personita, mi pieza TEA.  



jueves, 14 de junio de 2018

TRES PEQUEÑOS PÁJAROS

La música es importante en nuestra familia. Como sabéis ha sido a través de la música por donde mi pieza TEA y yo hemos conectado sin remedio. Ha sido gracias a la música que las palabras han ido surgiendo como si nada. Cantar cada día las canciones que con su blanca vocecita me pide una y otra vez. Repetir una y otra vez la canción que en cada momento le acompaña. Va variando. Hay canciones que se convierten en un himno para ella y de golpe decide que ya no más. Su chillido al oírla le delata. Así que, pacientemente, espero a que surja alguna nueva imprescindible. 
Hay veces que pienso que a través de esta o aquella canción me quiere decir algo. Pienso que quiere hablarme a través de las palabras de otros. Darme a entender sus sentimientos, sus emociones y sobretodo diciéndome que sabe lo que ocurre a nuestro alrededor. Pienso en el mensaje que me manda a través de la música y me convenzo que todo tiene un sentido importante. ¿ciencia ficción? quizás sí o quizás no. Pero a mi me gusta pensar que llevo razón. Que de alguna manera inexplicable entiende el significado de las canciones, sean en inglés, castellano o catalán.
Esa conexión quizás la busco yo, porque necesito que alguien me recuerde algunas cosas para poder seguir adelante. Porque decírmelas a mi misma no me sirve, pero si mi pieza TEA lo dice, va a misa, seguro. 
Estamos en una época en la que mi pieza TEA camina pa'lante sin distraerse. Cada día una palabra más, cada día algo con sentido que decir. Son pequeñas pero importantes. Avanzamos también en autonomía, porque entiende cada vez más lo que se le pide y diligentemente cumple la orden. Encontramos a diario esa sonrisa franca, que no puede evitar esbozar en su rostro. Nos regala besos en la mejilla que saben a gloria, dulces besos que pensé que no sería capaz de dar. Nos regala abrazos inesperados de osito feliz. Acepta casi sin rechistar el terminar juegos, paseos, caminos cuando antes el berrinche y la sentada eran casi seguro su respuesta. Degustamos esos minidiálogos con sentido sobre qué vamos a cenar o cómo se llama esta persona o esta otra. Granitos de arena que llenan nuestra playa rocosa para hacerla más fácil andar por ella. De la mano, como siempre, pero sin grandes piedras que pisar. Es nuestro presente, lo bonito del aquí y ahora. Gozar de este momento me llena y me siento feliz en cada instante de esta nueva playa. Sin embargo, todavía hay rocas puntiagudas que me cuesta superar. Pensar en el futuro como siempre se convierte en la peor de mis pesadillas. No saber qué ocurrirá, ponerme en lo peor. Imaginar su futuro sin sus papás me mata. Pensar que no sé qué futuro quiero esperar. No puedo pensar en el futuro en positivo, me es imposible. Y lo es porque en cada paso ponen zancadillas. Que si no puede estar aquí porque necesita de un adulto, saber que no tiene los mismos derechos que los demás por su condición me mata. Me fulmina. Ser consciente de que no lo quieren fuera del horario escolar porque sale caro me quema de rabia por dentro porque no lo veo justo. Saber que hay pocas opciones para mi hijo para mantenerlo ocupado en verano me estrangula por dentro. Porque si con seis años no  lo quieren, con diez peor y cuando ya sea mayor... cuando sea mayor prefiero borrarlo de mi mente. 
Son mis pajas mentales. Porque el futuro no está escrito, pero se intuye. Porque no sé donde está el final de su potencial y soy incapaz de pensar hasta dónde llegará. Sé que nada tiene que ver con los niños de su edad, sé que está a años luz y que quizás nunca llegue ni a aproximarse. Es pensar en eso de nosotros no lo veremos graduarse, es llorar porque no tendremos amigos que se queden a dormir o a jugar con él, es pensar en que llegará un día en que no habrá lugar para él, porque no es ni chicha ni limoná, porque es un niño pero no como los demás, porque dentro de la diversidad es una diversidad poco profunda. No encaja y no sé dónde encajará algún día. Son pensamientos negros, malos, pensamientos hijos de puta que me sorprenden cuando menos me lo espero. Son problemas que tengo y de los cuales no sé la respuesta.
Así que pienso que a veces la tristeza de un  mal futuro se refleja en algún punto de mi ser. Y lo pienso porque mi pieza TEA me envió un mensaje a través de una canción. Nunca la quiso escuchar en el coche, siemrpe era un "ambia". Hasta hace dos semanas, que la escuchamos una y otra vez, que me hace cantarla muy a menudo. El mensaje, muy claro. Y cuanta razón:
Rised up this morning
Smiled with the rising sun
Three little birds
Each by my doorstep
Singing sweet songs
Of melodies pure and true
Saying...
-This is my message to you-

Singing: 
Don't worry about a thing
Because every little thing
Is going to be all right
Singing: 
Don't worry about a thing
Because every little thing
Is going to be all right
Bob Marley
  
Aquí os lo dejo en castellano. Y sí, tienes razón pequeña pieza TEA. Seguiremos derrotando todos estos fantasmas problemáticos. Por tí, por mí y por todos los que nos rodean. 
Me levanté esta mañana,
sonreí con el sol en alza,
tres pequeños pájaros,
cada uno al lado de mi puerta,
cantando dulces canciones, 
de melodías puras y sinceras,
diciendo...
-Este es mi mensaje para ti-

Cantando:
No te preocupes de nada, 
porque cada pequeño problema,
va a estar bien.
Cantando:
No te preocupes de nada, 
porque cada pequeño problema,
va a estar bien.