MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR NUESTRO BLOG

sábado, 8 de mayo de 2021

EL PAQUETE DE KLEENEX

Hay gestos que nos recuerdan que todavía hay humanidad. Gestos que, aunque los recibas llorando, te dibujan una sonrisa en el rostro y te animan a pensar que a pesar de todo, la vida vale la pena. A veces son gestos que te rescatan de tu pozo tendiéndote la mano sin pedir nada a cambio. Otras, como hoy, que aunque parezcan una absurdidad te hacen olvidar la mierda donde estabas unos minutos antes.

No puedo explicar el porqué de mi hundimiento, el porqué de mis lágrimas, por respeto a quienes todavía quieren luchar por derrotar la injusticia, pero sí me atrevo a decir que mis lágrimas eran de rabia. Rabia reprimida que ha salido sin trabas. Rabia porque se habla de inclusión excluyendo. Rabia porque se está jugando con las necesidades de mi pieza TEA, de su bienestar y su ilusión. Rabia porque no tenemos bastante con nuestro día a día, que lo que parecía algo seguro y un problema menos, se convierte en una nueva lucha más, en una nueva incertidumbre, en poner más zancadillas porque sí. Porque estoy harta de los noes, porque no puedo más, porque necesito sentirme como cuando te tumbas sobre la hierba fresca y la sombra de frondosos chopos te refrescan el alma y una tenue brisa te calma y te relaja. Odio esa sensación de abismo en el que cada dos por tres nos vemos abocados. Caída libre, rezando para que de la nada aparezca un paracaídas que nos salve de una caída mortal.

Malas noticias para verano y mi pieza TEA. Es como un bucle que se inicia cada año en mayo. Vivir en la incertidumbre de cómo sobrevivir a un largo verano. El porqué, todavía no lo puedo ni quiero decir de viva voz, ya lo diré... Pero va de inclusión sin inclusión. Así lo veo yo. Intereses de unos aunque se pisen ilusiones de unos pocos.

Salir de ahí con lágrimas rabiosas, cabreadas. Llegar a la cafetería donde desayuno cada sábado desde hace unas semanas y seguir llorando. Descubrir que no me quedan más pañuelos de papel. Desear que las lágrimas cesen porque sino no sé que haré con mis mocos. Utilitzar servilletas de papel sin parar para intentar secar mi nariz. Ver pasar a la camarera y con una sonrisa decirle que acabaré con las servilletas. No oir ninguna respuesta. Pensar "qué más le dará". Encontrarme una mano tendiéndome un paquete de kleenex. Unos ojos que me miran y una voz que me dice: "no llores". Esa misma voz que me pregunta, que pierde dos minutos sin atender otras mesas para preocuparse por esos ojos enrojecidos por las lágrimas. Ya no de rabia sino de agradecimiento, por ese gesto, por esa mano que aprieta mi hombro para transmitirme su apoyo y darme su fuerza. 

No nos conocemos, no somos amigas, pero su gesto ha sido el que me ha hecho sonreír, el que me ha recordado que hay que seguir, que vale la pena seguir y valorar todo lo bonito de las pequeñas cosas.

No sé cómo se solucionará el verano de mi pieza TEA. No sé si me esperan más lágrimas y pataletas de rabia o aparecerán aquellas que tanto me gustan que surgen de una alegría desmesurada. 


Ya veremos. 

domingo, 2 de mayo de 2021

HAY DÍAS QUE...

Te miro y nos miro. Te veo y nos veo. Somos dos, somos uno. Hay días que me gustaría ser uno sin ser dos. Sin mi eterna extensión. Hay días que me gustaría que los paseos frente al mar fueran solo para mí. Hay días que solo querría taparte, darte un beso en la frente, decirte buenas noches y que te quedaras en tu cama, quieto, preparado para dormirte. Hay días que desearía levantarme, ducharme, hacerme el café e irme sin prisas a trabajar. Hay días que desearía que nuestro hogar fuera un lugar silencioso, muy zen. Todo ordenado, todo impoluto, como de revista. Hay días que desearía que las tardes fueran solo para mí, sin tener que ir a la calle después del trabajo para ir a terapias, para entretenerte en el parque o pasearte en coche. 

Hay días que... Hay días que me dolería en el alma que no fuéramos dos y uno a la vez. Hay días, que esos paseos marítimos a dúo, son los que me dan paz y me dan vida, un chute de energía que quiero pero no busco. Hay días que sin esa media hora para que te duermas, no reiría, porque no te oiría cantar a tu manera esas canciones que tanto te gustan... Inglés, castellano o catalán, da igual. Tú las cantas para ti y para mí. Yo las disfruto y sonrío porque oírte me hace feliz. Hay días que si me voy a trabajar són llevarte al cole, el coche está vacío, me faltas tú y tus constantes vistazos al cuentaquilómetros. No es lo mismo.

Hay días que miro nuestro destartalado hogar y te miro y oigo a ti y sé que eres feliz, que no te importa mucho tener una casa de ensueño. Sé que eres feliz en casa cuando estamos completos, cuando somos dos y somos uno, pero sobretodo cuando somos tres y somos uno.

Eso, todas esas pequeñas cosas son lo que vale la pena de ser madre. Todo lo jodido de nuestro día a día se olvida con estos pequeños momentos, todo ese arrepentimiento de haber querido ser madre, se desvanece con tus Risas, tus abrazos y tus palabras cada vez mejor pronunciadas. Soy madre, pero no una cualquiera, soy TU madre, y, no lo dudes nunca, orgullosa de serlo y de tenerte... Aunque haya días que...

FELIZ DÍA DE LA MADRE. A todas, las que son perfectas, las que se creen perfectas, las que lo intentan y luchan por Ello y por las que no se lo creen y merecen lo mejor.