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sábado, 30 de marzo de 2024

NUEVE... SEGUIMOS?

Ya son nueve. Nueve años escribiendo desde el corazón, reflexionando sobre lo que vivo con mi pieza TEA, destripando mis emociones ante cada suceso del camino. Hay veces que cuesta poner palabras a sentimientos encontrados. Pero al final de un modo u otro las encuentro y empiezan a salir a borbotones. Y así, pongo orden a mi cabeza, a mis pensamientos, a mis decisiones.

Sé que lo digo cada año. Que de una idea tonta nació "mi pieza TEA". Que gracias a este espacio tan íntimo y a la vez tan público, he conocido a mi hijo, he aprendido que a pesar del odio que le tengo al autismo, adoro muchas de las cosas que conlleva. He crecido como persona, he hecho introspección y también he dado que pensar a quien se anima a leerme. 

Mi mirada amable del autismo quizás no guste, por edulcorado a veces, por simple otras. Por esconder realidades duras que guarda el autismo. Pero me da igual. Y me da igual porque ha sido, es y será la mejor manera que he encontrado para convivir con ello. Disfrutando y valorando esas pequeñas cosas. Admirando las ocurrencias que mi pieza TEA tiene e intentando comprender su manera de ser y hacer.

Y me gusta tener siempre un guiño hacia todas las personas que me acompañan en este camino. Porque sin ellos el camino no sería tan llano. Se merecen pequeños homenajes, por querer a mi pieza TEA tal cual es, por apoyarme y tener siempre palabras de aliento, por ayudarme en mis bajadas a los infiernos.

Hoy, después de nueve años, sigo pensando que este espacio es lo más bonito que he creado. Soy yo. Es mi esencia. 

Y aunque mis palabras sean leídas por pocos, al menos, sé seguro que a estos pocos les importa mi pieza TEA y desean lo mejor para ella.

Así que seguiré siendo pesada. Seguiré contando aventuras y desventuras, seguiré llorando a través de las palabras y seguiré andando intentado disfrutar de este camino que me tocó. 







miércoles, 27 de marzo de 2024

DÍ END

Viajar al pasado. Un pasado ya muy lejano, de color sepia, donde las arrugas no existían, los sueños eran grandes y las fantasías se esfumaban de un plumazo. Un futuro por delante, proyectos utópicos, metas quizás alcanzables. Ese momento de descubrir emociones... Las que te elevan inevitablemente al cielo, pero también las que te invitan con sonrisa sarcástica a degustar el infierno. Y me viene a buscar esa mano escribiendo en la última página de mi dossier de apuntes. Y lo revivo porque esa mano que escribía era la mano de mi fantasía. Y vuelve a mi boca el sabor amargo del sentido de esas palabras. DI END. 

Estoy en mi presente. Y de nuevo esas palabras aparecen. En mi mente. Me lo digo a mi misma. Me lo repito una y otra vez. DI END. Punto y aparte. O mejor, punto y final. Fin del capítulo. Fin del libro.

Ante mi una nueva hoja en blanco. Un nuevo inicio, una nueva etapa. Con sus cambios. Con sus cosas que tal vez sean buenas, por esas cosas malas del haber perdido.

De golpe, ya no solo mi pieza TEA en breve cerrará capítulo e iniciará un nuevo rumbo. Yo también. Y las dos vamos a empezar a andar con la incertidumbre de no saber hacia dónde, con quién, ni qué sentiremos, ni si lo que vamos a vivir será lo mejor que nos puede pasar.

Fin de ciclo. Fin de historias. Fin de vivencias. Pasado feliz que se convierte en cenizas. Lejano y quizás olvidadizo. Mi pieza TEA pondrá fin en unos meses a su querido cole, a sus queridos compañeros, a su rutina, a su vida conocida. Yo, pongo fin a mi rutina, a mi día a día, a lo que hasta ahora era mi zona de confort. 
Toca pasar página, vencer el miedo a seguir sin saber. Toca ser valiente y echar a andar. Sin mirar atrás, sin echar de menos ese pasado ya deshecho. 

Y ahora, no soy yo quien coge la mano de mi pieza TEA. No soy yo quien la guío, quien con mano firme le susurro que estoy ahí y podremos. No. Ahora es ella la que, con gesto descuidado, me coge la mano y entrelaza fuerte nuestros dedos. Me cuenta a su manera, con esa mano apretando la mía: "mamá, estoy aquí, contigo, para siempre"... Mientras, las lágrimas, lentas, abrasan mis mejillas... Mi mente me recuerda que diga: "DI END".