MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR NUESTRO BLOG

miércoles, 21 de octubre de 2020

240

El año 2020 se presentaba con sus mejores galas. Soñábamos con unas cuantas celebraciones familiares. Números redondos importantes... Unos 50, tres 80s, unos 20... Era importante celebrar porque es cuando sé que nos sentimos vivos, porque sé que los ochenteros se sienten orgullosos de lo construido, porque nos recuerda que al fin y al cabo vale la pena.

Empezamos el año fuerte, con una celebración cumpleañera fuera de serie de mi pieza TEA y mía. Con los nuestros, con los que no nos quieren fallar. Le siguió un increíble carnaval de mi pieza TEA, con sus compis de clase, que iban y venían, que le abrazaban y le besaban. Y por si fuera poco, atisbábamos una explosión brutal de mi pieza TEA. Más comunicativa, más social, con más ganas de aprender. Como un tiro iba en ese segundo trimestre que terminó un 14 de marzo. La pandemia, el puto bicho nos arrebató nuestras rutinas, nuestras vidas, el vernos, el reunirnos, el reír. 

La incertidumbre caminaba a nuestro lado, sin permitirnos imaginar un futuro cercano, obligándonos a sucumbir al desaliento.

Siete meses más tarde, a pesar de una tregua llamada verano que nos dejó un respiro, casi que volvemos a estar como estábamos.

Pensábamos que esta vez sí podríamos hacer algo grande. Algo por esos 240 años que suman entre los tres. Porque sí porque se lo merecen más que nadie, porque han superado una situación de pandemia guardándose sus miedos, sus preguntas, sus dudas de si saldrían de esta. Porque ese era y es el objetivo, que nuestros grandes salgan ilesos de esta espiral sin fin que nos ha traído el bicho.

Hoy por fin, cumple 80 la tercera persona de la familia. Por fin puedo hablar de los tres. Felicitarles por haber llegado hasta aquí y querer seguir pa'lante. Hoy este post es para vosotros.

"Costa entendre la nostra família sense vosaltres. Costa entendre que som com som perquè vosaltres ens heu ensenyat a ser així. Cadascú ens ha aportat una cosa ben diferent. Diferents maneres de veure i viure la vida, diferents gustos i aficions, diferents maneres de sentir i pensar. Tot molt dispar, però tot tan necessari per arribar a ser com som i com pensem i sentim. No puc evitar omplir-me d'orgull quan parlo de vosaltres, quan dic sense dubtar que tinc dos pares i dues mares. Perquè és així. Perquè ho sento així i perquè sé que vosaltres ho viviu així. Ens hem criat amb quatre adults que han sabut transmetre molts valors i principis. Respecte, estimació, humiltat, solidaritat... Així que avui us parlo als tres (per tu també va mama, però no fas 80).

Començo per tu, tieta, la meva tieta, la meva més que tieta. Amb aquella bondat genuïna que no has perdut mai. La tieta que encara que ja tingui jo una edat encara em diu reina. La tieta que ens feia de cangur a Rubí i ens cuidava com ningú. Tendresa és el que m'inspires. Sempre en un segon pla però tan important per nosaltres. I la teva manera d'estimar tan senzilla, tan fácil, tan de disculpar quan n'hem fet alguna. Pensant sempre en el bé de tots. I no cal dir tot el que veig quan us trobeu amb l'Arnau. Que sé que l'estimes com si fossis la seva iaia i sé també que has patit per ell. Però que totes les coses boniques que fa i el fan avançar et fan sortir un bon somriure. Per mi ets la millor tieta mare que es pot tenir i t'estimo moltíssim. 

I tu tiet, que estimes molt però et costa demostrar. Tu ets com el meu segon pare. Amb qui he parlat de llibres  i pelis però també de coses més profundes, qui m'ha explicat coses de la iaia, perquè saps que m'agrada escoltar aquestes històries i saps que són importants per a mi. Potser no has jugat amb nosaltres com ho ha fet el papa, però em penso que no era el teu paper en aquesta peculiar i fantàstica família. M'agrada quan ens mirem i sabem de què ens volem riure, perquè "conyons" som un rato... Però tu més del que mostres moltes vegades. Però també ets molt sensible tot i que molts cops ho amagues. Tu, com la tieta, estimes sense traves i amb nosaltres has fet això... Estimar fins a fer mal. Toca estimar i disfrutar del que tenim, perquè és l'únic que val la pena.

I tu papa. Tu ho saps de sobres, no et canviaria per ningú. Ets el més gran. Ets qui s'ha guanyat a pols el que tothom t'estimi. No tens res per a tu i has donat i dones tot. Tu, dels quatre pares, és qui més ha jugat amb nosaltres. Fos el que fos, cartes, bàsquet, futbol, ordinador, voley a la platja. Sempre disposat a jugar i jugar. A la teva manera. Tu ets la parte "gamberrilla" de la família però també amb un cor enorme. Gens de malícia, tot senzillesa. Tu, l'únic que ha aconseguit que l'Arnau et repetís tot el que tu volies. Tu que has plorat per ell, però que te l'has sabut guanyar. 

No tinc paraules per dir tot el que sento per vosaltres. Tot i que ja ho sabeu. Són molts moments compartits, moltes històries que podríem explicar. Molts riures i alguna llàgrima. Cantar, ballar,... Mil coses, mil vivències i les que encara ens queden per viure".

Y cómo no, traducción al castellano. 

Cuesta entender nuestra familia sin vosotros. Cuesta entender que somos como somos porque vosotros nos habéis enseñado a ser así. Cada uno nos ha aportado algo muy diferente. Diferentes maneras de ver y vivir la vida, diferentes gustos y aficiones, diferentes maneras de sentir y pensar. Todo muy dispar, pero todo tan necesario para llegar a ser como somos y como pensamos y sentimos. No puedo evitar llenarme de orgullo cuando hablo de vosotros, cuando digo sin dudar que tengo dos padres y dos madres. Porque es así. Porque lo siento así y porque sé que vosotros lo vivís así. Nos hemos criado con cuatro adultos que han sabido transmitir muchos valores y principios. Respeto, estimación, humildad, solidaridad ... Así que hoy os hablo a los tres (por ti también mama, pero no haces 80).

Comienzo por ti, tía, mi tía, mi más que tía. Con aquella bondad genuina que no has perdido. La tía que aunque ya tenga yo una edad todavía me dice reina. La tía que nos hacía de canguro en Rubí y nos cuidaba como nadie. Ternura es lo que me inspiras. Siempre en un segundo plano pero tan importante para nosotros. Y tu manera de amar tan sencilla, tan fácil, tan disculparse cuando hemos hecho alguna. Pensando siempre en el bien de todos. Y ni que decir todo lo que veo cuando se encuentra en el Arnau. Que sé que la quieres como si fueras su abuela y sé también que has sufrido por él. Pero que todas las cosas bonitas que hace y lo hacen avanzar te hacen salir una buena sonrisa. Para mi eres la mejor tía madre que se puede tener y te quiero muchísimo.

 Y tú tiet, que quieres mucho pero te cuesta demostrar. Tú eres como mi segundo padre. Con quien he hablado de libros y pelis pero también de cosas más profundas, que me ha contado cosas de la abuela, porque sabes que me gusta escuchar estas historias y sabes que son importantes para mí. Tal vez no has jugado con nosotros como lo ha hecho el Papa, pero creo que no era tu papel en esta peculiar y fantástica familia. Me gusta cuando nos miramos y sabemos de qué nos queremos reír, porque "conyons" somos un rato ... Pero tú más de lo que muestras muchas veces. Pero también eres muy sensible aunque muchas veces lo escondes. Tú, como la tía, amas sin trabas y con nosotros has hecho esto ... Amar hasta hacer daño. Toca estimar y disfrutar de lo que tenemos, porque es el único que vale la pena. 

Y tú papa. Tú lo sabes de sobra, no te cambiaría por nadie. Eres el más grande. Eres quien se ha ganado a pulso el que todo el mundo te quiera. No tienes nada para ti y has dado y mujeres todo. Tú, los cuatro padres, es quien más ha jugado con nosotros. Fuera lo que fuera, cartas, baloncesto, fútbol, ​​ordenador, voley en la playa. Siempre dispuesto a jugar y jugar. A tu manera. Tú eres la parte "gamberrilla" de la familia pero también con un corazón enorme. Nada de malicia, todo sencillez. Tú, el único que ha conseguido que Arnau te repite todo lo que tú querías. Tú que has llorado por él, pero que te la has sabido ganar. 

No tengo palabras para decir todo lo que siento por vosotros. Aunque ya lo sabéis. Son muchos momentos compartidos, muchas historias que podríamos explicar. Muchas risas y alguna lágrima. Cantar, bailar, ... Mil cosas, mil vivencias y las que aún nos quedan por vivir ".


sábado, 10 de octubre de 2020

UN MES EN EL COLE

Parecía un sueño. El miedo a que en poco menos de una semana el virus se apoderara de los coles parecía casi evidente. Malas lenguas criticando, vaticinando el peor de los desenlaces, mentes negativas que solo abrían la boca para augurar que en un abrir y cerrar de ojos volveríamos a encerrarnos en casa, coles infectados, muchos, no sólo unos pocos. Miedo a un aluvión de contagios desmesurados... Todo negativo. Nada de confiar en los profes y lo que es peor, nada de confiar en los propios niños. Nuestros hijos.

Un mes. Se cumple un mes desde ese 14 de setiembre. Y en nuestro caso, todo ha salido a pedir de boca. Es verdad que hay mocos y toses, que hay algún que otro síntoma sospechoso a nuestro alrededor. Pero ahí estamos. Decididos a seguir creciendo y aprendiendo. En el cole, en el lugar que necesitan estar nuestros niños. Rodeados de niños, jugando de manera un poco distinta pero juntos otra vez. Porque lo necesitan, porque se necesitan.

Mi pieza TEA nos da señales evidentes que no puede vivir sin su cole, sin sus compañeros, sin sus referentes. Día tras día veo esa sonrisa al ir al cole. Escucho esas palabras mal dichas de "anem al cole". Porque entiendo que es dónde debe y quiere estar. los miedos han desaparecido, sólo pienso que lo que haya de ser será. Que mi pieza TEA no es inmune a un virus que todo lo quiere, pero que de momento hay que vivir el día a día y lo que nos ofrece. 

El cole, por su parte, ha hecho lo posible para que mi pieza TEA esté en su salsa. Con buenos recursos, con un espacio diseñado para él. Su pupitre perfecto, con sus cosas, haciendo sus quehaceres sin rechistar. Sé también que alguna trastada hace. Trastada de aquellas que aunque quieras enfadarte sólo puedes reirte. Porque sí, porque no hace mal a nadie, sólo entorpece unos minutos el ritmo de los demás, pero ellos lo conocen, saben cómo es, lo que necesita y lo aceptan. Sé que salir pitando de la clase porque la puerta está abierta no es correcto. Sé que ponerse a correr por el pasillo del cole tampoco está bien, pero vuelve, acompañado eso sí, pero vuelve. Y trabaja, y está predispuesto a hacer las actividades que le encargan.

Al final, es una cuestión de actitud de los referentes. Al final el que mi pieza TEA está bien o no, sea querido o no, depende en gran parte de sus referentes. Y esa es nuestra suerte. Encontrarnos año tras año con personas que aceptan el reto. Que aportan su granito de arena a la personalidad y manera de ser de mi pieza TEA. No abraza porque sea de entrada cariñoso. No. Le han enseñado abrazar, a demostrar lo que siente a través de abrazos que casi ahogan pero que da con total sinceridad. Le han enseñado a aceptar la mano que le tienden sus compañeros y acepta ser guiada por donde los demás creen que debe ir. Le han enseñado a esperar, con o sin ayuda, puesto que sus compañeros son capaces de "ordenarle" que se esté quieta que aun no toca. Y mi pieza TEA "obeceder" lo que sus compañeros, por su bien le indican. 

Es otro mundo. Un mundo de fantasía para mí pero real para mi pieza TEA. El agujerito para verla no existe, sólo me puedo fiar de lo que me cuentan y a mi me toca imaginar cómo es su día a día. Su ratito en la acollida, su mañana en la clase, sus ratos de patio, o los momentos de comedor. Toda información que me llega, lo hace en positivo. A veces pienso que no puede ser todo tan bonito, otras, me dejó llevar por la ilusión de que es verdad, porque mi pieza TEA solo piensa en volver al cole cada fin de semana, porque sale corriendo hacia el coche para ir al cole, porque entra sin despedirse de mi, con su adeeeeu largo que indica que "sobras aquí". 

Y yo, yo la miro y sé que es feliz. Que fue lo mejor que decidí para ella en su momento. Si dudé alguna vez fue solo por alguna traba y algún que otro percance. Pero todos estos años en un cole ordinario que se encontró con un "regalito" quizás no deseado, me han enseñado que han valido la pena todas las lágrimas, todos los enfados por la tozudez de otros, todo nuestro empeño en que me pieza TEA sea un poco como los demás, tener paciencia ante los retos que ponía mi pieza  TEA... Todo, todo ha valido la pena.