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jueves, 26 de mayo de 2022

80 AÑOS VIVIDOS, 45 COMPARTIDOS

La vida, esa película que podemos creernos o no. La vida, un tren de largo recorrido. Donde suben y bajan personas. Algunas deciden quedarse y otras se buscan su propio tren y abandonan nuestro vagón. La vida, un amasijo de hilos que se cruzan, se unen, se anudan con mimo o se enredan hasta ahogarse. Mirar la vida desde fuera. Recordar los que entraron un día y sin entender muy bien por qué se quedaron para acompañarnos... En las bajadas y en el camino llano, en los días soleados y llenos de risas y sonrisas... En las subidas arduas, tendiendo manos, en los días de tormenta abriendo un paraguas para dar cobijo. También los que parecía que se quedarían para siempre, pero hicieron un paso en falso o nos fallaron y cayeron del tren... Quizás los empujamos... Y con tristeza los recuerdas porque hubo una parte del trayecto que tendieron mano, cobijaron y rieron con nosotros... Pero ya no están... Y los que casualmente se suben al tren en una determinada estación, nos acompañan dándonos conversación, nos distraen y lo agradecemos... Pero nada más. Estos se recuerdan con una sonrisa. A veces solo recordamos el nombre, otras solo su cara... Han estado ahí y nos han aportado eso, distracción en nuestro camino. Y hay otros, que ya están sentados en el tren cuando nos subimos, que miramos siempre con cariño, que les queremos siempre bien y nunca mal, que hay momentos de discusión y otros donde el vagón se convierte en una fiesta improvisada. Y crecen con nosotros, otros envejecen conforme crecemos, otros seguirán un día sin nosotros porque ellos crecerán mientras nosotros envejecemos. Es la vida. Es así. 

Al final mi tren, está formado por muchos vagones en los que viajan los que siempre han estado y están, los que un día quisieron subirse, les gustó el trayecto y de quedaron. Y mi vagón. SuperpapáTEA, mi pieza TEA y yo. Y nos visitan o visitamos, vamos y venimos de un vagón al otro. Y hoy, hoy toca ir al vagón de superabuelosTEA. Hoy es día de fiesta. Hoy es día de celebrar, de seguir brindando por el camino hecho. Porque hoy el maquinista de este tren, el que aunque no lo parezca mantiene bien sujetos nuestros vagones, hoy superabuelaTEA cumple años. Nuestro pilar, mi pilar fundamental, el que nunca se cansa de mantenernos a flote, aunque ella crea que se va a hundir. Ella el vendaval que ahoga calores, y difumina tormentas. Mi madre, esa abuela que dice siempre que ojalá pudiera hacer más por nosotros y yo le digo que hace más de lo que cree. Y es verdad. Fan número uno de mi piezaTEA, que celebra cualquier pequeña gran gesta de mi pieza TEA, que entiende que esos granitos de arena son importantes, que les da el valor que se merecen. Una abuela más que orgullosa de esos nietos, de ese nieto diferente. Que lo besa, que lo hace enfadar, que lo riñe, pero también lo entiende y quiere aprenderlo. SuperabuelaTEA, que con sus palabras es capaz de dar alas al más pesimista, que con su sentido del humor arranca sonrisas y risas allá donde va. La meva mama. 

I és que mama, si hagués d'escriure tot el que penso i sento no acabaria. Ho saps, encara que no t'ho creus. Sóc qui sóc, penso com penso i lluito com lluito gràcies a tu. Podria lluitar més, guerrera com tu, pero em comformo en guanyar petites batalles. Penso com penso, només en el present perquè t'has esmerat a ensenyar-m'ho. Ha costat pero ja saps que el trasbals de la meva vida m'ha ajudat a entendre que viure en el aquí i en el ara, és la millor manera de sobreviure. El teu optimisme l'he anat agafant a culleradetes, tastant-lo quan els fets m'han demostrat que tens raó. Així que, mama, pots estar ben orgullosa de mi, del trajecte de vida que estic fent, superant obstacles, disfrutant del moment i construint un Camí per l'Arnau. Per molts anys mes, juntes en la distància.
T'estimo.

"Y es que mamá, si tuviera que escribir todo lo que pienso y siento no terminaría. Lo sabes, aunque no te lo crees. Soy quien soy, pienso como pienso y lucho como lucho gracias a ti. Podría luchar más, guerrera como tú, pero me conformo con ganar pequeñas batallas. Pienso como pienso, sólo en el presente porque te has esmerado en enseñármelo. Ha costado pero ya sabes que el trasiego de mi vida me ha ayudado a entender que vivir en el aquí y en el ahora, es la mejor manera de sobrevivir. Tu optimismo lo he ido cogiendo en cucharaditas, probándolo cuando los hechos me han demostrado que tienes razón. Así que, mamá, puedes estar bien orgullosa de mí, del trayecto de vida que estoy haciendo, superando obstáculos, disfrutando del momento y construyendo un Camino por Arnau. Por muchos años más, juntas en la distancia.
Te quiero"