¿Y QUÉ PASÓ DESPUÉS?

 (escrito por Cercadora, año indefinido en novela en producción)

Muchas veces, cuando un libro nos ha gustado, cuando hemos entrado en la historia de una manera tan radical, que lloramos con el personaje tal o nos reímos  con el grupo tal, o nos alegramos de la buena noticia que ha recibido el otro o nos enfadamos con ellos por las decisiones que toman, al terminarlo, al cerrar el libro el vacío se apodera de nosotros. Pero no tan sólo eso. Muchas veces nos preguntamos cómo serán sus vidas después, qué más cosas les sucederán, qué les depara el destino. Y es que la vida sigue. La vida es un continuo no se detiene ante nada, te hace seguir avanzando, quieras o no, desees o no seguir disfrutando en ese preciso instante. Siguen ocurriendo cosas, incluso hay algunos aspectos que en determinado momento de nuestras vidas han llegado a su fin, sí, pero otros están inconclusos, aún no han terminado. Por eso con muchas novelas nos ocurre eso de pensar en el futuro de los personajes, porque no todo empieza y termina a la vez... La vida sigue.

Digo esto porque hace unos meses contaba un episodio muy importante para mi pieza TEA y para toda la familia. Contaba la rabia, la pena, la ira de superpapá TEA y las ganas de lucha por una escuela que no creía en la inclusión. ¿Os acordáis? El post es Cosas que pasan (click si no lo habéis leído ya o queréis refrescar la memoria). Y ahí quedó la cosa. Pero la vida sigue y a partir de ahí sucedieron cosas, hechos que creo que debo contar porque todos merecemos una oportunidad y porque los acontecimientos que siguieron cambiaron un poquito mi manera de ver a su nueva maestra, a su nuevo cole y también mi manera de ayudar a mi pieza TEA. 

Lo que sucedió después, de hecho, no sé si me da rabia, si me alegra más o si me entristece un poco. Me explico. Después de pedir la tutoría, y después de que superpapá TEA explotara, creo que los astros se alinearon para avanzar en la dirección correcta. Se enteraron personas metidas en la Asociación de Padres, que lo reportaron a la junta del AMPA. Me aconsejaron y me animaron a seguir y a luchar haciéndome saber que podía contar con ellos.  Por otro lado, el día de la rabieta, tenía cita  con la psicóloga de Arnau, a quien desde aquí doy las gracias por la paciencia de escuchar a una mamá llorona y enrabiada, superada por una situación casi límite. Sucedió también que en pocos días ella, el EAP y el cole debían reunirse para hablar de Arnau. Nuestro querido ángel de la Guarda, Montse (la senyu), se lanzó a hacer ver a Meritxell (vetlladora y creo que nuevo "amor" de Arnau) que mi pieza TEA tenía más capacidades de las que mostraba, que tenía más potencial del que el equipo docente creía... Como una pócima mágica, un poquito de esto, otro poco de lo otro, un pellizco de esto y... voilà.

 ¿Que qué ocurrió? pues que se supo la verdad. Que utilizaron el don de la sinceridad conmigo cuando por fin logré materializar la reunión. Y yo fuí buena, y obvié frases dolorosas, invitaciones fuera de lugar, decisiones que se habían tomado porque sí, de su nueva maestra. Y lo hice, porque le quise dar una oportunidad, a ella y a la escuela. Porque Arnau debe ser un reto, no un estorbo al buenquehacer del día a día en el aula. 

El caso es que hubo dos cosas que me hicieron entender la actitud de la maestra. La primera fue que al parecer la educadora de apoyo estuvo de baja más de un mes, con lo que puedo entender que estuviera un poco superada con mi pieza TEA en los momentos en que no tenía ayuda, y que por tanto en esa época le repateara un poquito la manera de hacer de Arnau. Me guardo la pregunta de por qué no me lo comentó, porque sería buscarle tres pies al gato. La segunda, y que yo ya intuía, es que en la escuela jamás antes habían tratado un niño con autismo. Que fue cuando tuvieron la reunión con el EAP y con la psicóloga cuando tuvieron una masterclass acelerada de lo que es autismo, lo que conlleva, comportamientos, maneras de hacer y demás información importante que tal vez, y sólo tal vez, deberían haber sabido antes de empezar el curso (digo yo). 

Así que por fin, entre todos establecieron un plan de trabajo para mi pieza TEA. Haciendo actividades con los demás nenes, haciendo trabajo individual en una mesa preparada para él y que es solo de él, introduciendo pictogramas en la vida de Arnau, ofreciéndome maneras de trabajar conjuntas familia-escuela, y un montón de cosas más que han hecho más fácil y feliz la vida en escuela de mi pieza TEA.
Sin embargo, aún queda mucho camino que recorrer, aún existe un cierto hermetismo, aún no desean trabajar conjuntamente con la familia, ya no la mía, sino con ninguna. Y quizás, no, quizás no, seguro, la escuela podría llegar a ser mejor, mucho mejor, y la enseñanza y aprendizaje sería diferente... pero eso, de momento, es una utopía, mi utopía.