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jueves, 5 de octubre de 2023

MUNDOS

"Poc a poc". Y me mira esperando que repita eso mismo. Lo repito pero cambio la C por T, como hace mi pieza TEA cuando quiere jugar y reír. Una sonrisa pícara asoma en sus labios y me dice: "amb C" y entonces ya sí le repito su "poc a poc" y se ríe como una loca. Son sus juegos ya lo he contado muchas veces. Sin embargo ese "poc a poc" tan bien dicho, tan bien pronunciada la P la O y la C, me recuerdan que no hace mucho esa P no sonaba en su voz. Esa P de papa, esa P de pan, parecía resistírsele a mi pieza TEA, solo decía el aa para referirse a superpapáTEA i a para el pan. Escuchar esa explosión de P en su voz es una victoria, es un haber dado un paso más en su camino. Pronunciarla bien implica que, quizás, los demás la entiendan mejor y ella misma se anime a ir más allá en su expresión. Esa P que tanto costó llegar me explica que mi pieza TEA de algún modo se ha esforzado para llegar a pronunciarla como es debido. Y es que muchas veces me hacía repetir PAPA mientras acercaba su oreja a mi boca, para escuchar bien el sonido, para llegar a reproducirla igual que ella la oía. Otras muchas, cuando repetía PAPA, me miraba los labios y la lengua para ver cual era el truco para que sonara esa P. 

Y así lo está haciendo con la L o con la R, que se le medio resisten pero que ahí sigue intentando que suenen afinadas. Porque pienso, de hecho estoy segura, que para mi pieza TEA las letras es como la música. Las canciones deben ser cantadas con el mismo tono, ritmo y melodía que ella misma las oye, si no, hay que repetir. 

Busca la perfección musical de todo lo que oye. Es muy curioso. Puede escuchar mil veces unas notas de una canción, sin aburrirse, sin agobiarse. Al principio, yo pensaba que eran bucles suyos, repetir por repetir, porque le gustaba ese trozo de la canción, hasta que la descubrí delante del ordenador con esa canción y tablet en mano con una app de piano infantil buscando la tecla que sonaba igual, exactamente igual que en la canción. Aunque esto lo supe después porque al principio solo oía la misma nota una y otra vez, a veces cambiando la nota para después volver a la otra. Un sinsentido para mi, un no escuchar el silencio ni un segundo. Un ejercicio de profundo oído musical para mi pieza TEA. Al cabo de un tiempo, después de varios días escuchando notas sin ton ni son, de golpe se oye una canción, tocada al piano, que sin duda sé qué canción es. Y voy a mirar de escondidas, y la veo tocar sin vacilar las teclas que componen la melodía que durante tantos días ha estado buscando. Pero cuando le pido "vuelve a tocar que me ha gustado mucho", me mira, deja la tablet y se va a otra cosa mariposa. Y me frustro porque esa capacidad que tiene de encontrar las notas idóneas en su justo orden para crear una canción conocida es brutal. Y podría ir más allá, pero mi pieza TEA es alma libre y eso de que le impongan qué hacer, realmente no lo lleva bien.

Me gustaría estar dentro de su mente, ver cómo lo hace. Sé que no es ensayo error. A veces pienso que toca el piano mentalmente. Que ve como se van tocando las teclas mientras se construye la melodía. Es como si tuviera todas la teclas ahí puestas, sabiendo cómo suena cada una y que mentalmente puede tocar un do y en su cabecita oírse realmente un do. Quizás va saltando mentalmente de nota en nota, como en la película "Big", un piano gigantesco en el que  saltar de una a otra nota para crear música... aunque mirado fríamente, mi pieza TEA no es ágil, así que intuyo que ve sus propias manos tocando las diferentes teclas, sin más. 

No sé. Son pequeñas cosas que no llevan a ningún lado, que no sirven para la vida, pero que no dejan de sorprenderme. Porque me doy cuenta de que su cabecita loca no para, que si la observo, si la escucho y si me dejo llevar por sus historias, todo tiene su sentido. Nada es al azar, aunque lo parezca. El problema es encontrar ese mismo prisma con el que mirar. Descubrir la lógica de sus juegos, de sus acciones, de su manera de ordenar. Y cuando soy capaz de por fin descubrirlo, mi pieza TEA ríe, y ríe porque se siente comprendido, porque "por fin la mama lo has entendido" parece que quiera decir. 

Es un mundo interior mágico, rico, donde la lógica de esta sociedad en la que vivimos se la repatea muchísimo. La lógica de lo que piensa es su lógica y a mi, aunque muchas veces, me sobrepasen sus juegos bucles, me agote de seguirle la corriente una y otra vez, sin descanso, en el coche, en la ducha, antes de irse a dormir... a pesar de eso, me fascina. Me fascina que un día descubra que cada postre de sus pictos es una letra del abecedario y que  por eso no puede cambiarse el orden en el que están puestos, me hace gracia que ordene los supermercados por puertas, como si estuvieran todos en un superedificio de supermercados y que si me dice "porta 3" tenemos que ir al Esclat y si me dice "porta 2" toca Mercadona... y así hasta unas 12 o 13 puertas... Por suerte para mi memoria y para mi tiene sólo 3 o 4 supermercados fetiche... O cuando pone de primero,segundo y postres solo legumbre, o solo pasta o solo ensaladas varias, porque quiera solo eso, sino porque ha entendido que es más o menos lo mismo, la misma categoría.

Un batiburrillo de pequeños grandes detalles que merecen la pena ser valorados, para entender que esta personita loca, sabe más de lo que parece, que este ser que me trae loca, piensa mucho más de lo que parece y porque, a su manera, todo esto me intenta explicar para que pueda llegar a ella. 

Así es nuestra vida loca, un sinsentido desde fuera, un mundo lleno de lógica cuando lo vives de la mano de mi pieza TEA. 

 


1 comentario:

  1. Anónimo10/06/2023

    Ell u te molt mes clar que nosaltres.... Pero es un solete

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