MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR NUESTRO BLOG

martes, 5 de agosto de 2025

ME TENDRÉ QUE CONFORMAR

Mitad de verano. Han pasado unos meses desde nuestro nuevo comienzo. Mi pieza TEA se ha adaptado de maravilla a esta nueva vida, a este cambio tan radical. Se lo agradezco enormemente, pues era pánico lo que sentía al pensar en hacer el paso. Dejar atrás tanto, encaminarse hacia algo que solo conocía casi que de visita: una ciudad. 
Pero, después de tantos años, creo que ya debería haber aprendido que mi pieza TEA es especialista en darme collejas, y de las buenas. Porque creo que con que tenga su ordenador, su impresora, su plastificadora y sus cosas... El resto como que le da igual. O quizás no. Nunca lo sabré porque es incapaz de contar lo que siente, de entender lo que siente, ya sea nostalgia, ya sea pena o sea alegría. Y si lo entiende, no sabe cómo expresarlo. Quizás los gritos de alegría dan una pista, aunque puede que su alegría no tenga nada que ver con lo que yo pueda creer. Puede que grite de felicidad porque ha encontrado una canción que le mola, o que haya visto una hora de esas suyas tan fetiches, de las que, a día de hoy, no entiendo qué es lo que ve. 
O incluso puede llorar desconsolado al pasar por ciertos lugares. Podría deducir que quiere quedarse en ese lugar o, todo lo contrario, que no lo deje.
A saber. Lo único que sé es que está siendo un verano más que distinto. Casi como que no son VACACIONES, así en mayúsculas. Son vacaciones porque no hay cole, son vacaciones porque yo no he ido a trabajar durante unas semanas, son vacaciones porque hemos ido a la playa, son vacaciones porque han venido sus primos a pasar unos días.
Sin embargo, ya no son las vacaciones de antaño, cuando la playa era día sí y día también, cuando las tardes las pasábamos en la piscina desmontable, jugando con globos de agua, jugando a bucear y pasar entre mis piernas, jugando a tirarlo como podía... 
A eso me refiero cuando digo que no sé qué siente. ¿Echará de menos todo eso? ¿Recordará con nostalgia o con una sonrisa todas las horas metidos en la piscina? 
Hay días que desearía que me dijera: " ¿te acuerdas, mami, de la piscina? Nos lo pasábamos tan bien"... O que recordara los paseos con superabuelaTEA. 
No sé. Seguramente se acuerda de todo. Seguramente tiene mejor ordenados los recuerdos en su cabecita loca que yo. Con imágenes, con detalles que a mí se me escaparon en su momento.
Pero hay silencio en su voz, al menos para recuerdos, emociones y sentimientos.
Tendré que conformarme con ver esa sonrisa y ese corretear alegre cuando llega a casa.
Quizás con eso me baste para convencerme que fue una buena elección, que no me equivoqué al acelerar un nuevo comienzo, una nueva oportunidad.