MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR NUESTRO BLOG

lunes, 15 de enero de 2018

INVIERNO

Día de invierno total. El sol se medio esconde detrás de nubarrones de mil tonalidades grises. El aire frío pasa por nuestras narices, se entrelaza con nuestras manos y pretende hacerle la zancadilla a nuestros pies. Hoy toca un mano a mano con mi pieza TEA. No apetece. El día es feo, es triste, es frío. Amenaza lluvia pero quizás se despiste y se equivoque de destino. No apetece. Es domingo, sofá y mantita sería el plan perfecto. Buscar una buena serie o una buena película ya sería la monda, pero eso hace años que ya no entra en mis planes. Mi pieza TEA me mira, sonríe y se tira a mis brazos para q caigamos los dos sobre la cama. Ella es el motivo por el que ya no existe el plan mantita y sofá.  Mi pieza TEA necesita en algún momento del día aire fresco que respirar, un entorno al aire libre donde olvidarse de los números del despertador, de la música de la tablet o de los juegos del móvil. Mi pieza TEA quita su aburrimiento en casa con trastadas que se repiten no una ni dos ni tres veces en una tarde, sino varias más si no estás pendiente de sus movimientos cada cinco minutos. 

Y también a mi me llega el necesitar huir de una casa que se nos hace pesada. Porque no puedo hacer nada más que vigilar a mi pieza TEA. Intentar que juegue a cosas que me parecen finalmente aburridas incluso para mi... pintar, puzzles, pistas de coches, construcciones... llega un momento que mi pieza TEA acaba chillando y yo casi que odiando que sea tan rígido como es.


Por eso, sin muchas ganas, nos vestimos. Sin muchas ganas, pongo chaquetas, sin muchas ganas salgo a la calle... pero aparece ese sonido celestial, esa carcajada de mi pieza TEA corriendo y brincando por la calle hasta el coche. Y solo eso es lo que hace que valga la pena el esfuerzo de salir. Nos montamos en el coche y volamos hacia un parque. Pero es invierno hoy, y el día está triste y el parque no brilla con luz propia. Árboles sin hojas que parecen fantasmas que custodian el parque, pocas familias paseando, pocos niños esperando en el columpio... y para postres mi pieza TEA tampoco está motivado para correr y jugar por el parque. Así que nos vamos. Nos alejamos del parque sin haber visto disfrutar a mi pieza TEA. Y surge en mi interior ese miedo.. ¿Se ha hecho mayor? Y con esa punzadita de dolor, del ser consciente que sí, que los días pasan, que está creciendo y que los parques se le quedan pequeños, cojo a mi pieza TEA de la mano y paseando sin prisas nos vamos a mirar una de sus pasiones: los números del semáforo. Y ahí, vuelve a hacerse pequeño. Salta, se emociona, chilla, espera, cuenta, observa y es feliz. Sólo con eso eso. Luces que cambian de color, números que cuentan hacia atrás. Es su ilusión. Y vuelvo a pensar cuánto tiempo le durarán esas emociones. Ahora aun es pequeño, pero pasados unos años, ¿seguirá emocionándose como ahora ante cualquier semáforo? Es ese miedo atroz a que crezca. Ese deseo que nunca se va a cumplir de que se quede un tiempo con esta edad. No ir marcha atrás. Quedarse tal cual, con lo que ahora sabe y obviando de refilón lo que le queda por aprender. 

No me gusta imaginar el futuro. Ni bueno ni malo. Odio pensar en el qué pasará. Por eso este presente me gustaría que se alargara más. Que pudiera aprender mucho más sin que los años pasaran. Que se detuviera el tiempo para todos y que mi pieza TEA siguiera dando pasos pa'lante. Sin crecer, sin nuevas complicaciones, sin nuevas trabas. Sin embargo ese gusanillo del hasta dónde llegará, despierta muchas veces en mi. Y miro el recorrido y me digo a mi misma, si todos estos años ha sabido andar pa'lante, ¿por qué tiene que parar? Siento curiosidad por saber hasta dónde llegará, dónde está su límite, o quizás no haya límites. No lo sé. Pero tengo prisa por saber, que pase rápido el tiempo para saber las nuevas alegrías que nos vamos a llevar, los nuevos retos que va a conseguir. Sueño, sueño... pero lo borro. Miro a mi pieza TEA y cogiéndola de la mano le digo: "¿anem a casa?" y me mira y me contesta: "a otje".



No hay comentarios:

Publicar un comentario