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jueves, 12 de septiembre de 2024

SEPTIEMBRE YA ESTÁS AQUÍ OTRA VEZ

Y de nuevo llega septiembre. Y de nuevo aparecen nuevos retos para mi pero sobretodo para mi pieza TEA, que este año se enfrenta a una nueva etapa escolar, lejos de los de siempre, lejos de todos aquesllos maestros y maestras que tanto lo mimaban.

Han pasado tres días desde que se inició el curso y parece que mi pieza TEA, de nuevo no defrauda y diría que va contenta a su cole nuevo. El valor añadido de ir  y volver cada día en autobús es de gran ayuda. Está feliz y eso me vale más que mil palabras.

Energías renovadas, esperanzas puestas en el nuevo cole. Pensando siempre en positivo porque negativo no nos dejaría vivir en paz. En realidad, no sé qué espero encontrarme. Sólo el deseo de seguir viéndola avanzar, aunque sean pequeños pasos, esos pasos de hormiga que tanto valoro habitualmente. 

Hay días que miro con cierta nostalgia los días pasados en su cole. Fueron años tranquilos, salvo cada septiembre donde me encontraba con ciertos obstáculos que entre unos y otros conseguía sortear y salir airosa. Era pequeña, mi querida pieza TEA, tenía mucho que aprender, mucho que pulir y mucho que mejorar. Y lo hizo, a su manera tan genuina. Querida por todos, animada por sus compañeros, trabajando duro sin ser consciente que conseguía mil cosas que nadie creyó que conseguiría... escribir, leer, saber estar, tener bastante vocabulario, tener cierta paciencia... Moldeado con manos expertas, puliendo pequeñas trabas por personas vocacionales, que creyeron en ella ciegamente como lo hago yo.

Ahora toca trabajar otras cosas. Aprender a ser más autónoma, ser capaz de expresarse usando más frases, caminar hacia la edad adulta de la mejor manera posible. Es un gran reto. No sé hasta dónde llegará. Pero ahí estaremos, dándolo todo, caminando como siempre con las manos entrelazadas. 

Estamos en un momento de grandes cambios para las dos. Camina con paso firme hacia la adolescencia. Una época en la que será ajena a las emociones convulsas de estos años. No se enamorará. No llorará por su primer amor, no irá por primera vez a la discoteca, no saldrá en pandilla, no hablará de chicas, no jugará a la play, no buscará cortarse el pelo al estilo de moda... Sé que será una adolescencia solitaria, infantil quizás. Yo estaré a su lado, sin tener que sufrir por las compañías, sin tener que negociar horarios, sin pensar en si es mejor una paga semanal o bien ir dándole dinero. No tendré necesidad de estarle encima para que estudie y entienda que le va su futuro... todo es un no.

Como cuando era pequeña, que no había extraescolar al que apuntarla, que no había deporte que practicar, ni partidos que animar. Que no hubo necesidad de enseñarle a ser responsable de sus estudios, que no hubo fiestas de pijamas con los amigos, que hubo miedo para que disfrutara de las ferias. No pude explicarle cuentos antes de dormirse, ni fiestas de cumpleaños para ella. No hubo tantas cosas...

Pero es la vida que nos ha tocado. Y con lo que tenemos debemos intentar ser felices. Gozar y valorar victorias... sus primeras palabras, utilizar bien los cubiertos, vestirse solo, descubrir capacidades como la orientación o la capacidad memorística. Bailar juntos con sus cuatro pasos rudimentarios, reír con sus bromas, saborear los abrazos sentidos, sentir esa paz cuando sus ojos se cierran mientras me coge de la mano...

Y ahora toca estar atenta. Descubrir nuevas victorias para valorarlas y sacar el máximo partido para la futura pieza TEA, que ya no es un niño, que quiere ser hombre, pero su autismo no se lo pondrá nada fácil. 

Seguiremos soñando con un futuro digno, seguiremos confiando en que tienen que venir cosas buenas y bonitas. Seguiremos pa'lante, siempre pa'lante. Por mi, pero sobretodo por mi pieza TEA.