Año nuevo. Han pasado meses desde que inicié la recapitulación de lo que fueron las vacaciones de navidad con mi pieza TEA. Si hubiera publicado el post en el momento que tocaba quizás no diría año nuevo, vida nueva, pero los acontecimientos un mes después de naviades me lleva hoy a decirlo, porque es así. Han cambiado mil cosas, he empezado otras mil y divago un poco por el limbo de la vida, buscando mi lugar, reencontrándome conmigo y con lo que quiero ser.
Pero eso es otra historia que un día quizás me dé por contar, o quizás no. No lo sé. De momento toca terminar lo que dejé a medio hacer, toca cerrar este post y lo que fueron las navidades pasadas.
VACACIONES DE NAVIDAD DÍA 11 Y 12
Cambio de año. Otra hoja en el calendario que se va. Estos dos días han sido más o menos tranquilos con mi pieza TEA. El día de fin de año, nos dedicamos únicamente a pasear en coche. La chófer de mi pieza TEA. Sólo eso. Era necesario que estuviera contenta, que no forzáramos una situación de regañinas ni enfados para llegar a la noche de fin de año de buen humor. Y llegó la noche. Y fuimos a cenar a casa de sus otros abuelos. Y como era de preveer la noche terminó en cuanto el día 31 se convirtió en día 1. Aguantó un ratito más. Paciente a que termináramos el café. Su único deseo era cambiar todas las partes de su calendario... Día, mes y año. Hay que conformarse con que esté a gusto en casa ajena. Se siente a comer con todos, diga tres o cuatro palabras, sonría alguna que otra vez y ya.
Año nuevo. Vuelta a Barcelona. Comer en casa de mis tíos, la porta 1. Mi primer temor: un nuevo viaje de lloros como días atrás. Sin embargo, estuvo bien, sin aspavientos alegres, sin lágrimas de pena. Ni fú ni fá.
Allí, en la comida de año nuevo, todo estuvo bien. Aguantó todo el día. Tenía todo preparado para que se sintiera a gusto y a su aire. La habitación de mis tíos para estar a sus anchas, un ordenador en otra habitación para mirar sus trenes y sus canciones y muchos, muchos vigilantes que nos ayudaron a disfrutar un poco mejor del día.
Y una anécdota. Pequeña pero bonita, que llenó de emoción a mi tío. Y es que le llamó por su nombre. Mi pieza TEA sabe de sobra cómo se llama mi tío, lo nombra a menudo, pero nunca se lo había dicho antes a él. Ayer lo hizo. Y eso, cuando todos vivimos con tanta intensidad cualquier pequeño avance de mi pieza TEA, fue como un regalo de vida para mi tío.
Después de muchas horas, en casa ajena, con veinte personas, con sus varias voces, con risas y voces altas, volvimos a casa. Agotada, mi pieza TEA se durmió antes de que llegara la hora de volver a cambiar de día.
VACACIONES DE NAVIDAD DÍAS 13 Y 14
La resaca de los días de comidas familiares se notó al día siguiente. Mi pieza TEA durmió más que días anteriores. Su tranquilidad se hizo notar todo el día. Fue de nuevo un día de hacer km dirigida por mi pieza TEA. Nada del otro mundo. Nada creativo y nada que supusiera gastar energía. Pero verla feliz y contenta me vale más que chillona y enfadona. Por la tarde un par de recados y el día pasó sin pena y, en realidad, con mucha gloria. Sin embargo, no tanta como en el día de hoy.
El plan ideado, creo que no entraba en los planes de mi pieza TEA. Hoy nuevamente ha vuelto a dormir hasta las 8 más o menos. Le he dicho que íbamos con superabuelosTEA de excursión. En realidad íbamos a visitar a un familiar del cual mi pieza TEA no tenía ningún conocimiento. Ha aceptado no ir a hacer sus vueltas en coche e ir directos a Barcelona. Una vez allí, nos hemos subido al coche de superabueloTEA y de visita. Mis expectativas eran bajas. No aguantaría ni diez minutos. Pues bien, a parte del habitual chafarderío de casas de mi pieza TEA, ha aguantado una hora, con sus puzzles y su tablet. Un pequeño susto cuando ha aparecido el gato, porque desde hace un tiempo, por algo que no sé, le dan tanto miedo como las palomas.
Después hemos ido de restaurante. Seré coherente y aceptaré lo que superabuelosTEA, se ha portado de diez, a pesar de no tener cobertura y no haber podido estar dando vueltas con el maps.
Finalmente, hemos estado un rato en casa de superabuelosTEA y ya de vuelta a casa. Con su sonrisa puesta, con su alegría inmensa. Un día redondo.
La resaca de los días de comidas familiares se notó al día siguiente. Mi pieza TEA durmió más que días anteriores. Su tranquilidad se hizo notar todo el día. Fue de nuevo un día de hacer km dirigida por mi pieza TEA. Nada del otro mundo. Nada creativo y nada que supusiera gastar energía. Pero verla feliz y contenta me vale más que chillona y enfadona. Por la tarde un par de recados y el día pasó sin pena y, en realidad, con mucha gloria. Sin embargo, no tanta como en el día de hoy.
El plan ideado, creo que no entraba en los planes de mi pieza TEA. Hoy nuevamente ha vuelto a dormir hasta las 8 más o menos. Le he dicho que íbamos con superabuelosTEA de excursión. En realidad íbamos a visitar a un familiar del cual mi pieza TEA no tenía ningún conocimiento. Ha aceptado no ir a hacer sus vueltas en coche e ir directos a Barcelona. Una vez allí, nos hemos subido al coche de superabueloTEA y de visita. Mis expectativas eran bajas. No aguantaría ni diez minutos. Pues bien, a parte del habitual chafarderío de casas de mi pieza TEA, ha aguantado una hora, con sus puzzles y su tablet. Un pequeño susto cuando ha aparecido el gato, porque desde hace un tiempo, por algo que no sé, le dan tanto miedo como las palomas.
Después hemos ido de restaurante. Seré coherente y aceptaré lo que superabuelosTEA, se ha portado de diez, a pesar de no tener cobertura y no haber podido estar dando vueltas con el maps.
Finalmente, hemos estado un rato en casa de superabuelosTEA y ya de vuelta a casa. Con su sonrisa puesta, con su alegría inmensa. Un día redondo.
VACACIONES DE NAVIDAD DÍAS 15 Y 16
Recta final de estas fiestas navideñas. Ayer fue un día lleno de normalidad. Estuvimos mi pieza TEA y yo mano a mano. Como si fuera el día de la marmota, volvimos a dar vueltas en coche. Después fuimos al súper, como tiempo atrás, cuando mi pieza TEA se desvivía por visitar supermercados. Compramos con total tranquilidad, sin prisas y sin pausas. Comimos juntos los dos y por la tarde un rato de parque después de volver al súper porque mi memoria ya no da para más.
Esta noche ha dormido lo indecible desde hacía meses, casi nueve horas. Pim pam! Pero ya no sé si le viene bien dormir más o no, puesto que todo el día ha estado nerviosa. Con alguna crisis por algo que todavía no he descubierto, con alguna que otra regañina porque cada vez que me subía al coche me pedía algo que se había quedado en casa. Tres veces he subido y bajado del coche. Tres veces he entrado y salido de casa... Que si mochila, que si pictos teléfonos, que si "llibre fi de setmana"... Y de nuevo a hacer km. Y de nuevo a comprar cosas que faltaban en casa.
Por la tarde la tradición es ir a la cabalgata, aunque no le haga ni fú ni fá. Sin embargo, el fuerte viento de hoy, el frío que nos quiere visitar por fin, nos ha hecho desistir. Así que como me faltaba papel de regalo lo hemos ido a comprar. Y lo que tenía que ser una cosa rutinaria, se ha convertido en algo bonito. La casualidad ha querido que nos topáramos con los pajes de los Reyes Magos, subidos todos en sus caballos que se dirigían a recibir a sus majestades. He tenido que parar el coche para dejarles pasar. Y magia. Los pajes nos han visto. Mi pieza TEA los ha visto. Yo he saludado y al vernos muchos pajes nos han obsequiado con una tremenda sonrisa y un saludo feliz. "Has vist la cabalgata!". De manera diferente sí, pero mi pieza TEA había presenciado algo.
Hemos seguido nuestro camino en coche, cuando me he percatado de los fuegos artificiales que anuncian la llegada de sus majestades a puerto. Mi pieza TEA los miraba atenta y mi cabeza ha ideado un plan. Ver esos fuegos. Desde el coche. Lo más cerca posible. Conduciendo dirección a los fuegos, he llegado a un punto donde se veían de manera espectacular. He parado el coche y allí me he dedicado a regocijarme en esa carita sorprendida, mirando aquellos destellos de luz en la noche.
Y ya está. Está durmiendo y solo deseo que tenga ganas de abrir todas las cositas que los Reyes Magos han pensado que quizás le gustarían. Ojalá... Ojalá.
Felices Reyes!
VACACIONES DE NAVIDAD DÍAS 17 Y 18
Y estas vacaciones ya llegan a su fin y lo hacen a lo grande. Con el día de Reyes, que se traduce en una maratón de comida y cena de casa de superabuelosTEA a los otros superabuelos. Más de 100 km de ida y otros tantos de vuelta.
El día de ayer empezó con mi pieza TEA abriendo regalos sin esperar a nadie (seguramente porque no conoce la norma). Pero lo que abrió no le gustó, así que se volvió a su cama a jugar.
Después ya los tres juntos abrimos los regalos. Algunos le gustaron más que otros, pero se los miró todo, jugo un par de minutos con cada uno y se largó de nuevo a sus cosas.
En casa de superabuelosTEA, también abrió regalos, pero ya con menos paciencia y sin con más prisa por desaparecer del ruido de ña familia. Todo fluyó y solo hubo sonrisas y bromas con superabueloTEA y su "poc a poc".
De vuelta todo siguió en armonía. Hasta que de camino a la cena, mi pieza TEA creyó perder un picto de su colección de puentes. Un pequeño enfado, una ansiedad que se esfumó cuando completamos los 26 puentes que componen ña colección. Cenamos y mi pieza TEA aguantó jugando de aquí para allá. Hasta que pidió ir a casa. No era agobio, quería dormir. Fin del día.
Hoy un día un poco más nerviosilla mi pieza TEA se ha enfadado un buen rato porque no he cedido a sus deseos de hacer la dichosa vuelta en coche a más de 50 km. Pidiendo también otros imposibles que no puedo hacer realidad. Finalmente ña tarde ha sido tranquila y el buen humor de mi pieza TEA ha imperado en casa.
Mañana al cole otra vez.
Estas fueron las últimas navidades de esta familia superTEA. Por esas fechas nada intuía, pero el destino quiso separar caminos. Ahora, mi pieza TEA y yo, andamos solas. Mirando cara a cara la vida, construyendo de nuevo una familia, los dos. No sé qué me depara el futuro, ni sé realmente que quiero, pero de momento, dejaré fluir.
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