jueves, 14 de junio de 2018

TRES PEQUEÑOS PÁJAROS

La música es importante en nuestra familia. Como sabéis ha sido a través de la música por donde mi pieza TEA y yo hemos conectado sin remedio. Ha sido gracias a la música que las palabras han ido surgiendo como si nada. Cantar cada día las canciones que con su blanca vocecita me pide una y otra vez. Repetir una y otra vez la canción que en cada momento le acompaña. Va variando. Hay canciones que se convierten en un himno para ella y de golpe decide que ya no más. Su chillido al oírla le delata. Así que, pacientemente, espero a que surja alguna nueva imprescindible. 
Hay veces que pienso que a través de esta o aquella canción me quiere decir algo. Pienso que quiere hablarme a través de las palabras de otros. Darme a entender sus sentimientos, sus emociones y sobretodo diciéndome que sabe lo que ocurre a nuestro alrededor. Pienso en el mensaje que me manda a través de la música y me convenzo que todo tiene un sentido importante. ¿ciencia ficción? quizás sí o quizás no. Pero a mi me gusta pensar que llevo razón. Que de alguna manera inexplicable entiende el significado de las canciones, sean en inglés, castellano o catalán.
Esa conexión quizás la busco yo, porque necesito que alguien me recuerde algunas cosas para poder seguir adelante. Porque decírmelas a mi misma no me sirve, pero si mi pieza TEA lo dice, va a misa, seguro. 
Estamos en una época en la que mi pieza TEA camina pa'lante sin distraerse. Cada día una palabra más, cada día algo con sentido que decir. Son pequeñas pero importantes. Avanzamos también en autonomía, porque entiende cada vez más lo que se le pide y diligentemente cumple la orden. Encontramos a diario esa sonrisa franca, que no puede evitar esbozar en su rostro. Nos regala besos en la mejilla que saben a gloria, dulces besos que pensé que no sería capaz de dar. Nos regala abrazos inesperados de osito feliz. Acepta casi sin rechistar el terminar juegos, paseos, caminos cuando antes el berrinche y la sentada eran casi seguro su respuesta. Degustamos esos minidiálogos con sentido sobre qué vamos a cenar o cómo se llama esta persona o esta otra. Granitos de arena que llenan nuestra playa rocosa para hacerla más fácil andar por ella. De la mano, como siempre, pero sin grandes piedras que pisar. Es nuestro presente, lo bonito del aquí y ahora. Gozar de este momento me llena y me siento feliz en cada instante de esta nueva playa. Sin embargo, todavía hay rocas puntiagudas que me cuesta superar. Pensar en el futuro como siempre se convierte en la peor de mis pesadillas. No saber qué ocurrirá, ponerme en lo peor. Imaginar su futuro sin sus papás me mata. Pensar que no sé qué futuro quiero esperar. No puedo pensar en el futuro en positivo, me es imposible. Y lo es porque en cada paso ponen zancadillas. Que si no puede estar aquí porque necesita de un adulto, saber que no tiene los mismos derechos que los demás por su condición me mata. Me fulmina. Ser consciente de que no lo quieren fuera del horario escolar porque sale caro me quema de rabia por dentro porque no lo veo justo. Saber que hay pocas opciones para mi hijo para mantenerlo ocupado en verano me estrangula por dentro. Porque si con seis años no  lo quieren, con diez peor y cuando ya sea mayor... cuando sea mayor prefiero borrarlo de mi mente. 
Son mis pajas mentales. Porque el futuro no está escrito, pero se intuye. Porque no sé donde está el final de su potencial y soy incapaz de pensar hasta dónde llegará. Sé que nada tiene que ver con los niños de su edad, sé que está a años luz y que quizás nunca llegue ni a aproximarse. Es pensar en eso de nosotros no lo veremos graduarse, es llorar porque no tendremos amigos que se queden a dormir o a jugar con él, es pensar en que llegará un día en que no habrá lugar para él, porque no es ni chicha ni limoná, porque es un niño pero no como los demás, porque dentro de la diversidad es una diversidad poco profunda. No encaja y no sé dónde encajará algún día. Son pensamientos negros, malos, pensamientos hijos de puta que me sorprenden cuando menos me lo espero. Son problemas que tengo y de los cuales no sé la respuesta.
Así que pienso que a veces la tristeza de un  mal futuro se refleja en algún punto de mi ser. Y lo pienso porque mi pieza TEA me envió un mensaje a través de una canción. Nunca la quiso escuchar en el coche, siemrpe era un "ambia". Hasta hace dos semanas, que la escuchamos una y otra vez, que me hace cantarla muy a menudo. El mensaje, muy claro. Y cuanta razón:
Rised up this morning
Smiled with the rising sun
Three little birds
Each by my doorstep
Singing sweet songs
Of melodies pure and true
Saying...
-This is my message to you-

Singing: 
Don't worry about a thing
Because every little thing
Is going to be all right
Singing: 
Don't worry about a thing
Because every little thing
Is going to be all right
Bob Marley
  
Aquí os lo dejo en castellano. Y sí, tienes razón pequeña pieza TEA. Seguiremos derrotando todos estos fantasmas problemáticos. Por tí, por mí y por todos los que nos rodean. 
Me levanté esta mañana,
sonreí con el sol en alza,
tres pequeños pájaros,
cada uno al lado de mi puerta,
cantando dulces canciones, 
de melodías puras y sinceras,
diciendo...
-Este es mi mensaje para ti-

Cantando:
No te preocupes de nada, 
porque cada pequeño problema,
va a estar bien.
Cantando:
No te preocupes de nada, 
porque cada pequeño problema,
va a estar bien.




No hay comentarios:

Publicar un comentario