Hace ya mucho tiempo que consiguió abrir la cajita multicolor. Aquella que tanto le costaba abrir y que sin ayuda le era imposible. Ha llovido mucho desde aquel primer "bon dia" en el cole, pero aun siente esos bravos de sus compis como algo tan tan chulo. Desde aquel día, ha intentado abrir solo la caja multicolor. Muchas veces necesita el empujón de mami o papi (sí, así les llama muchas veces y cuando lo dice le enloquece ver la cara de bobos felices de sus papis... esos ojos al borde de lágrimas dulces, que no importa que salgan y se vean). Pero otras veces, la abre casi sin esfuerzo y salen disparadas justamente las palabras que quiere decir.. "a dormir", "a otche aa" o "ui à" (a dormir, al coche de papa o quiero pan). Y lo que más le chifla es que mami y papi las cazan al vuelo, sin dudar, sin ayudarse de nada. Las cazan y las paladean y las repiten. Arnau sabe entonces que ha acertado con las palabras, que ha pronunciado bien lo que quería decir. Pero no sabe el valor de su gesta. Todavía no. Entiende que le hacen más caso si abre la caja multicolor que si usa la del movimiento o las lágrimas para expresarse, incluso ha observado que personas de fuera también lo entienden y también le aplauden el esfuerzo... pero es todo más fácil cuando usa las manos de los demás para pedir algo. Sin embargo, siente curiosidad por entender el porqué de tantas fiestas y alegrías cuando su boquita dice alguna palabra. Aún no ha resuelto el enigma, pero quizás algún día lo entienda de verdad.
Arnau se ha acostumbrado tanto a abrir la caja que muchas veces se le escapan palabras y frases que no vienen a cuento. Pero es que salen tan disparadas que le cuesta volver a cerrar la caja multicolor. Su mami, cuando oye todas las palabras escapadas las repite con voz risueña... A Arnau le encanta ver cómo salen como cohetes los colores. Todos... rojo, amarillo, azul, verde... no se queda ninguno en la caja. Y lo mejor de todo es que él sabe qué es rojo o amarillo o azul. Y eso le ha servido para pedir cosas cuyo nombre no sabe. Así mami o papi identifican rápidamente lo que quiere.
Hace poco, ha descubierto que al abrir la caja, salen las palabras cogidas de la mano... "nem a fer pipi", "nem al parque", "seu bé"... y entonces si sus papis lo ven, se miran atónitos porque al parecer es algo espectacular y difícil de conseguir... Arnau aun no atina a sacar palabras enlazadas, solo cosas básicas que le repiten mucho en el cole. Así que las usa para ir practicando.
Mami nunca le desanima en sus intentos. Tiene mucha paciencia y es capaz de repetir todo lo que sale de la caja multicolor a las cinco de la madrugada y lo hace porque sabe que es importante para Arnau. Que él necesita comprobar que lo dice bien porque su mami lo repite igual. Su papi también repite, pero lo hace cuando todavía no toca estar dormido... porque de noche se duerme y no se habla... Arnau y su mami parece que no lo entiendan.
Arnau es feliz. Tiene que seguir descubriendo las palabras escondidas en la caja multicolor, porque al parecer hay cienes... o miles..., pero es feliz. Y lo es porque hace sonreír a muchísimas personas cada vez que abre la caja. Y a él le gusta la gente que ríe, que intenta ser feliz con poco, que quita importancia a lo malo porque oírle hablar es lo más.
Así que cada mañana, cuando su mami lo deja en el cole y le pregunta "què es diu?".. Arnau mira a su alrededor, mira a los dos monitores y medio sonriendo suelta su espléndido "bon dia!" Y sin mayor esfuerzo hace un poco más llevadero el día de quienes le rodean.
Seguirá insistiendo. Sí. Por todos aquellos que han confiado en él. Porque los quiere y quiere seguir viendo cada día la sonrisa en sus labios. Sabe que los niños abren esa caja cuando son más pequeños y también sabe que su madre es consciente que Arnau va muy por detrás. Pero también sabe que sus papis y toda su familia no tienen prisa, solo quieren que llegue el día que Arnau domine su propia caja multicolor.
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