Sentir en un principio que de algún modo lo he abandonado en estos días de cambios. Pensar en cómo se siente mi pieza TEA por no estar ahí apoyándole en esta maratón de idas y venidas con coches distintos, con papá un día, con los abuelos otro día y con mami otros. Creer que su cabeza no entiende porqué no es mamá quien le acompaña al casal, que no comemos juntos este verano, que a veces va papi a buscarlo y a veces aparece mami. Vivimos tan centrados en que nuestras piezas TEA necesitan rutinas y anticipaciones para que todo vaya bien que si, como yo, no he anticipado nada mediante pictogramas, ni he pensado en cómo hacer las cosas para que su rutina no se vea tan distorsionada, todos los nuevos planes no saldrán bien, será un desastre.
Dos semanas atrás, me despedía escondida detrás de la ventana de mi pieza TEA y superpapáTEA. Con el corazón en un puño, esperaba escuchar el sonido de nuevos mensajes en whatsapp. El primero de superpapáTEA diciéndome que se había quedado bien con superabuelosTEA, el siguiente de superabuelaTEA diciéndome que había entrado bien y por último a la una del mediodía leer que mi pieza TEA había salido contento del casal.
Hace dos semanas, aquel primer lunes del mes de julio, terminó el día lleno de positivismo. Todo había salido a pedir de boca, mi pieza TEA, de nuevo nos dio una lección.
Han pasado casi las tres semanas de casal. No he podido ver entrar a mi pieza TEA cada mañana con su mochila en la espalda, con su caminar tranquilo. No he podido decirle adiós en la distancia. No he podido preocuparme de él, preguntando a los monitores cómo ha estado durante la mañana, ni si se porta bien o no. Sin embargo, sé que él ha sido feliz estas semanas. Sé que ha disfrutado yendo al casal. Que le ha encantado ir a un sitio que los llevan a la piscina y que puede bañarse como lo hace en la piscina desmontable de nuestra casa. Sé que se ha sentido seguro con los monitores y todas las personas que le han acompañado estos días. Sé que de algún modo se ha hecho entender. Mi pieza TEA apenas habla, que es incapaz por ahora de comunicarse con PECS, pero sé que lo han comprendido y se lo han sabido ganar. Y no hace falta que nadie me lo haya explicado, ni tan siquiera ha hecho falta observar cómo lo tratan.
Dicen las malas lenguas, que las personas con autismo no sienten, no son expresivas, que su rostro siempre es el mismo, que no varia. Dicen que no tienen sonrisa social... Dicen dicen y dicen... Pero mi pieza TEA dice mucho más. Y su sonrisa permamente estos días me explica muchas cosas. Me cuenta que le gusta irse con superpapáTEA, que el coche de superabuelosTEA es molón pero que ellos lo son más aun. Me tranquiliza diciéndome que el casal está siendo un descubrimiento, que un cole puede ser mucho más que sentarse y coger lápiz y papel. Que no me preocupe, porque los monitores que van y vienen de su mano son personas fantásticas, dulces, que le miran con ojos cariñosos y le cuidan para que se sienta feliz. Esa sonrisa que me regala cuando voy a buscarlo a casa de superabuelosTEA y esa carrerilla que coge para darme un abrazo, todo eso, me cuenta que ha valido la pena.
Desde aquí, mi lugar, mi pequeño mundo escrito es desde donde sólo puede agradecer a todas las personas todo lo vivido estas semanas. En primer lugar a superabuelos TEA, por ser como son, por tirar pa'lante con mi piezaTEA, sacrificando sus mañanas de vacaciones para llevarla al casal, ir a buscarla, comer con él y enseñarle a comer bien, por quererlo como lo quieren, por aguantar el chaparrón si algún día se mi pieza TEA se ha torcido. Porque superabuelos TEA se lo han hecho suyo, lo entienden, lo viven, lo riñen, lo lloran, lo disfrutan, lo descansan. Porque a pesar del agotamiento que conlleva tanto trajín, cuando mi pieza TEA no está lo echan de menos.
SuperpapáTEA también ha sido pieza clave. Por esa tranquilidad aparente y voz tranquilizadora que ha llevado a nuestra piezaTEA con los abuelos, que le ha explicado con naturalidad todo lo que pasaría a cada momento, que si al coche con él, que si con el coche pequeño, que vamos a casa de los abuelos que te llevarán al casal... Por estar ahí, porque para él también era una prueba de fuego. Porque sabía que hace un año, el berrinche por irse sin su mamá hubiera sido monumental. Pero no. Estos días han servido para que ellos dos estrechen lazos, para que superpapáTEA sea uno de los referentes más importantes de mi pieza TEA.
A sus dos primos, que pobres, debían levantarse pronto para acompañar a mi pieza TEA al casal. Que tenían el tiempo justo para disfrutar de un ratito de playa. En especial a su primo mayor, por estar pendiente de mi pieza TEA en todo momento. Atándole en cinturón, haciéndole sonreír para el selfie matutino, corriendo detrás de mi pieza TEA por si se escapaba, compartiendo pelotas, colchones de playa...
Y por último, agradecer a todas estas personas que un día pensaron en que sus hijos y otros niños con diversidad funcional, también tenían derecho a divertirse en verano, en un espacio y unas actividades adaptadas a sus necesidades. Estas personas que decidieron que no hay que excluir del verano y sus actividades lúdicas a aquellos niños y niñas que no encajan en el rebaño. Infinitamente agradecida a todos los monitores que han tenido el placer (o no) de conocer y estar con mi pieza TEA y que han sido capaces de saberlo llevar. De todo corazón espero que no se hayan agotado mucho con mi pieza TEA.
Ha sido una experiencia en la distancia maravillosa para mí. De aquellas que no apetece que se acabe. De las que ojalá podamos volver a repetir. No me ha hecho falta ver nada. Solo frases de superabuelaTEA como que quería entrar solo en el cole, o que se desprendía de su mano y le decía Adéu o comentarios que le hacían los monitores.... sólo eso me ha hecho falta para saber que si nos quieren, el año que viene repetimos.
Moltes gràcies Ampa escola Alba.
FElicidades por poder vivir estos momentos geniales!! y por explicarlo de una manera tan emocionante. Besitos!!
ResponderEliminarMuchas gracias Miren. Son momentos q valen la pena contarlos porque al final son avances importantes. Besos!
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