jueves, 17 de octubre de 2024

PER MOLTS ANYS XIXU

Nació de casualidad, cuando nadie lo esperaba y lo hizo con fuerza. Venía para hacer crecer a nuestra familia, para acompañar en un futuro a dos criaturas más que venían en camino y que formarían el trío de primos más peculiar nunca visto.

Nadie sabía, sin embargo, que ese chaval rubio y bonitos ojos marrones, tendría el camino un poquito más difícil que los demás. Y es que Enric (Chichu en confianza) tenía que lidiar con dos grandes: uno sus hermanas mayores y el otro su padre. 

Y es que en realidad Chichu me recuerda a mí. Tiene un padre vendaval como yo tengo una madre vendaval. Los dos hemos crecido queriendo, deseando ser un poco como ellos, sin darnos cuenta que cada uno es como es, que aceptar yo soy así o asá es lo mejor que nos puede ocurrir, para validarnos a nosotros mismos sin la necesidad de esperar aplausos de los demás. Con Chichu siempre he pensado lo mismo, que tenía de pequeño esa necesidad imperiosa de destacar, para contentar a su padre, que a pesar de quererlo con locura, le sacaba de quicio los arrebatos llorosos del pequeño mocosete, o el no ser tan avispado como otros niños. 

Pero ahora ese niño rubio de bonitos ojos marrones, ha crecido. Ha luchado y trabajado como nadie para demostrar a todo el mundo que puede y ahora toca creérselo, que la confianza ciega en el camino que ha elegido le dé alas para volar alto.

Chichu hoy cumple años. Adulto ya. Como en otras ocasiones, él también merece un pequeño homenaje en este espacio. Porque forma parte de mis 17, porque sin él no podríamos hablar de los tres primos, el rubio, el moreno y el del pelo rizado. Sin él, no podríamos celebrar conquistas, victorias futboleras, no habría momentos de risa por ocurrencias que, quizás no se nos hubieran ocurrido. Porque todos en esta familia aportamos algo. Y eso es lo importante. 

Chichu es de corazón grande y noble. Lo sé. Lo tengo muy muy claro. Es bueno por naturaleza, pero no encontraba su lugar entre dos hermanas un poco vendaval también. Hace años hablé de ellas, Maria y Martina. Pura ocurrencia, pura facilidad para hablar, amistades por todos lados, buenas bailarinas y una mejor cantante que la otra... Chichu, como yo, con poca facilidad de palabras, con amigos del fútbol, bailarín creo que no (porque no lo he visto nunca bailar) y cantar... mejor que no. Pero da igual. Chichu tiene otras cosas. Y quien quiere las descubre y quien no, como pasa con mi pieza TEA, pierde la oportunidad de conocer una gran persona.

Y Chichu, desde que nació mi pieza TEA se tomó como un encargo personal, con sus otros dos primos, el vigilarlo. Estar pendiente de mi pieza TEA, avisarme si ocurría algo que no debía ocurrir. Ha aceptado a mi pieza TEA como uno más, tal y como sus padres le inculcaron. Y ahora que ya es más mayor, más responsable, es él mismo quien se ofrece a estar un rato en la piscina con mi pieza TEA, para que yo pueda descansar un poco del trajín que llevo siempre con ella. Siempre cuidando de su bienestar, si se tiene que subir a un tobogán y perseguirlo lo hace, si se tiene que estar en remojo en la piscina, lo hace. Y eso, eso vale lo indecible. 

Así que Chichu merece estar en este rincón, hacerle protagonista de la historia de mi pieza TEA, mientras él va construyendo su propia historia.

Perquè Chichu, no t'ho he dit mai, però la manera en com m'ajudes amb l'Arnau em fa molt més fàcil tot plegat. Sé que per tu de vegades és un conyàs, però entens que és el que toca i m'agrada molt veure't pendent d'ell, d'entendre'l i esforçar-te per a que et faci cas. Mil gràcies de tot cor. 

Ets un supercampió, i segur que trobaràs el teu camí, construint un futur bonic. Perquè t'ho has de creure, ets genial, amb les teves coses, com tothom, però creu-me, sigues sempre tu mateix. I ara disfruta com mai de la teva nova aventura estudiantil, perquè Sé que has trobat el que t'agrada i triomfaràs!

T'estimo moltíssim rubiales!



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