sábado, 22 de junio de 2024

ESCOLA MARE DE DÉU DE LA ROCA, GRÀCIES!

Dos días llenos de emociones. Lágrimas agridulces que cuentan mil historias, mil vivencias. Lágrimas de felicidad por esos sentimientos tan evidentes hacia mi pieza TEA. Un respeto creciente al largo de nueve años. Un cariño y un querer a base de compartir día a día, de descubrirla y hacer que sea una más. Lágrimas de tristeza porque se acabó. Ya no habrá más mañanas caminando hacia la puerta verde. Todo son etapas. Todo tiene un principio y un final. Y ayer fue el final de esa etapa escolar que tanto le ha dado a mi pieza TEA. 

Estas palabras son para esa escuela, esos maestros y maestras, esos niños y niñas y esos papás y mamás que entendieron que autismo no es palabra nongrata, que autismo acompañaba a un niño y a su familia y que cogieron la mano de mi pieza TEA y decidieron ayudarnos en ese pa'lante, siempre pa'lante.

El texto está en catalán, pero, como siempre, lo tenéis después en castellano. 


"Miro l'escola buida encara de nens. Vaig caminant cada matí del món amb l'Arnau, que a dies va una mica cridaner i enfadat i d'altres amb aquell somriure tan "pillo" que com sabeu em té enamorada. I cada dia del món, tots els mestres i professionals de l'escola que ens creuem saluden l'Arnau amb un "bon dia guapo". De vegades cal insistir-li i dir-li:"què es diu?"... Pregunta trampa perquè per ell la resposta sol ser "gràcies"... Potser és realment el que vol dir. Potser, bé segur, ell també agraeix tot el que heu fet per ell tots aquests anys. No ho sé. El cas és que se li transforma la seva carona rodona cada cop que va camí del cole i això em fa saber que ell és feliç, molt feliç allà.

Però s'ha acabat. Sense quasi adonar-me han passat nou anys. Va començar amb tres anys, sense dir ni una sola paraula. Inquiet i perdut en un lloc que no coneixia, amb persones que encara no eren capaces d'entendre aquell petitet de cabells rinxolats que cridava i per qualsevol cosa es tirava a terra tot emprenyat. Que no parava quiet i no li interessava res del que les mestres proposaven. Van ser uns inicis durs per tots. Per vosaltres primer perquè teníeu davant un gran repte que havíeu assumit sense ser conscients de les dificultats que comportava. Per mi perquè no sabia exactament què esperava i perquè, com tota mare, volia el millor pel meu fill. i per ell, que estava acostumat a la llar d'infants on estava entre cotonets amb un referent potent que l'estimava i el comprenia. 

I ara, ha finalitzat aquí a l'escola, entre cotonets també. Ho sé. L'heu fet créixer com a persona, respectant les seves peculiaritats, llimant lentament aquells handicaps que no el permetien tirar endevant, modelant la seva personalitat i el seu caràcter afable però rondinaire molts cops. Heu sabut lidiar amb les seves rigideses, respectant-ne moltes i tallant d'altres, que estaven lluny de fer-li bé.

He vist el seus raconets al llarg dels anys. Una "oficina" per ell sol, ben muntada, ben organitzada, en la que ha treballat de valent, però també he vist com sempre ha tingut lloc entre els seus companys i companyes, sempre fent-lo partícep de tot... nadals, carnestoltes, excursions, tallers,... acceptant la seva manera de participar, buscant sempre la millor manera de fer-lo participar dins de les seves possibilitats. I ha estat brutal!

Aquells dies de protagonista a I3. Amb les seves cosetes que coneixia però era incapaç d'explicar. Aquell projecte d'oficis dels pares, on jo hi vaig anar i ell al veure'm saltava d'emoció i va estar assegut tota l'estona al meu costat content i orgullós de la seva mama. O quan després de tres projectes vaig ser testimoni d'un treball cuinat a foc lent. Un primer projecte on l'Arnau tot nerviós no parava quiet i la Carme l'havia de parar. Un segon projecte on els seus companys el portaven de la mà i va aguantar l'exposició al seu costat i un últim projecte on per fi, ell també va exposar. On van trobar la manera que ell també expliqués alguna cosa, amb l'ajuda dels seus companys, utilitzant les eines que ell coneixia: les imatges i la lectura global"... Va ser taaan emocionant...

Podria explicar mil vivències, mil imatges inesborrables, però no acabaria mai. 

Ahir va ser el final d'una història plena de bons sentiments, d'estima pura, de companyerisme sincer, de treball ben fet, d'aprenentatges de per vida. Em quedo amb aquella gran ovació que tota l'escola li vau fer a l'Arnau. Aquelles abraçades sinceres, aquells nens i nenes abraçant-lo o corrent cap a ell perquè volen formar part de la seva vida, perquè l'estimen. Em quedo amb les abraçades sinceres de mestres i mares cap a mi, amb les llàgrimes emotives que més d'un no va poder ni va voler reprimir. Em quedo amb tots els sentiments i emocions que m'ha donat l'escola, perquè sé que sempre tindreu un raconet al cor per l'Arnau. 

Per tot el que ens heu donat i per tot el viscut junts.

Fins sempre ESCOLA MARE DE DÉU DE LA ROCA."









"Miro la escuela vacía todavía de niños. Voy andando cada mañana del mundo con Arnau, que a días va un poco llamativo y enfadado y otros con esa sonrisa tan "pillo" que como sabéis me tiene enamorada. Y cada día del mundo, todos los maestros y profesionales de la escuela que nos cruzamos saludan a Arnau con un "buen día guapo". A veces hay que insistirle y decirle: "¿qué se dice?"... Pregunta trampa porque para él la respuesta suele ser "gracias"... Quizás es realmente lo que quiere decir. transforma su carita redonda cada vez que va camino del cole y esto me hace saber que él es feliz, muy feliz allí.

Pero ha terminado. Sin apenas darme cuenta han pasado nueve años. Empezó con tres años, sin decir una sola palabra. Inquieto y perdido en un lugar que no conocía, con personas que todavía no eran capaces de entender aquel pequeñito de pelo rizado que gritaba y por cualquier cosa se tiraba al suelo cabreado. Que no paraba quieto y no le interesaba nada de lo que las maestras proponían. Fueron unos inicios duros por todos. Por vosotros primero porque tenía ante un gran reto que había asumido sin ser conscientes de las dificultades que comportaba. Por mí porque no sabía exactamente qué esperaba y porque, como toda madre, quería lo mejor para mi hijo. y por él, que estaba acostumbrado a la guardería donde estaba entre algodones con un referente potente que le amaba y lo comprendía.

Y ahora, ha finalizado aquí en la escuela, entre algodones también. Lo sé. Lo ha hecho crecer como persona, respetando sus peculiaridades, limando lentamente aquellos handicaps que no le permitían tirar adelante, modelando su personalidad y su carácter afable pero cascarrabias muchas veces. Ha sabido lidiar con sus rigideces, respetando muchas y cortando otras, que estaban lejos de hacerle bien.

He visto sus rincones a lo largo de los años. Una "oficina" por él solo, bien montada, bien organizada, en la que ha trabajado duro, pero también he visto cómo siempre ha tenido lugar entre sus compañeros y compañeras, siempre haciéndole partícipe de todo... villancicos, carnaval, excursiones, talleres,... aceptando su forma de participar, buscando siempre la mejor manera de hacerlo participar dentro de sus posibilidades. ¡Y ha sido brutal!

Aquellos días de protagonista en E3. Con sus cositas que conocía pero era incapaz de contar. Aquel proyecto de oficios de mis padres, al que yo fui y él al verme saltaba de emoción y estuvo sentado todo el rato a mi lado contento y orgulloso de su mamá. O cuando después de tres proyectos fui testigo de un trabajo cocinado a fuego lento. Un primer proyecto donde Arnau todo nervioso no paraba quieto y Carmen tenía que pararlo. Un segundo proyecto en el que sus compañeros le llevaban de la mano y aguantó la exposición a su lado y un último proyecto donde por fin, él también expuso. Donde encontraron la forma de que él también contara algo, con la ayuda de sus compañeros, utilizando las herramientas que él conocía: las imágenes y la lectura global"... Fue taaan emocionante...

Podría contar mil vivencias, mil imágenes imborrables, pero nunca terminaría.

Ayer fue el final de una historia llena de buenos sentimientos, de cariño puro, de compañerismo sincero, de trabajo bien hecho, de aprendizajes de por vida. Me quedo con aquella gran ovación que toda la escuela le hizo a Arnau. Aquellos abrazos sinceros, aquellos niños y niñas abrazándolo o corriendo hacia él porque quieren formar parte de su vida, porque le quieren. Me quedo con los abrazos sinceros de maestros y madres hacia mí, con las lágrimas emotivas que más de uno no pudo ni quiso reprimir. Me quedo con todos los sentimientos y emociones que me ha dado la escuela, porque sé que siempre tendrá un rinconcito en el corazón por Arnau.


Por todo lo que nos habéis dado y por todo lo vivido juntos.


Hasta siempre ESCOLA MARE DÉU DE LA ROCA."



   

sábado, 1 de junio de 2024

GIRA EL MUNDO GIRA

Amanece. Y amanecer siempre implica un nuevo principio, un volver a empezar. Una nueva oportunidad que se puede o no aprovechar. Mirar el cielo y no ver nada nuevo, sólo un día más, un levantarse otra vez, un solo deseo: volver a ver la oscuridad de la noche para por fin cerrar los ojos de nuevo y dormir, sabiendo que en cuanto se vuelvan a abrir, habrá un amanecer. Y así día tras día, noche tras noche, deseando que termine la luz para acariciar una almohada que nos permite olvidar. ¿olvidar qué? Olvidar la vida, el estar vivo. Olvidar las ocho horas eternas del trabajo, olvidar las tareas domésticas, olvidar lo poco que se ha hecho y lo mucho que queda por hacer. 

Dormir es como no ser. Dormir implica un final. Dormir es no tener responsabilidades, no tener nada pendiente. Sin embargo, también es inevitablemente un nuevo despertar. 

Pero amanece. Vuelta a empezar. Mirar el cielo y descubrir que existen miles de tonalidades naranjas, amarillas y rojas. Que el color del mundo es vivo, llamativo y alegre. Que estos diferentes tonos de naranja difuminan suavemente los oscuros tonos azules de la noche, que disipan las tinieblas para dar paso a un nuevo día. Y sonreír. Y agradecer ese espectáculo cromático que invita a dar un paso firme para disfrutar de un nuevo día. Con ganas de afrontar nuevos retos y volver a casa con la victoria bajo el brazo. Por el placer de vivir y gozar de todas esas pequeñas grandes cosas, personas y acontecimientos que se cruzan en nuestro camino. A veces en forma de obstáculo, otras como apoyo indispensable para cruzar el charco. Degustar el camino y saber ver dónde está la belleza de la vida. Saber descubrirla y aprovecharla. Y acariciar de nuevo la almohada con una sonrisa en los labios agradeciendo el estar vivo y con la esperanza de que el nuevo amanecer sea un nuevo regalo para la vista. 

El mundo, inexorablemente gira. Siempre. E, inevitablemente, giramos a su son. Nos empuja a seguir y de nosotros depende cómo hacerlo. Es la actitud, son las ganas. Deambular por la vida sin rumbo o caminar pa'lante. Sólo dependemos de nosotros. 

De golpe, sin casi esperarlo, mi mundo ha girado bruscamente. Hay nuevos retos ante mi que lejos de darme miedo, me dan alas. Para volar, para volver a ser de nuevo.

He pasado mucho tiempo sin mirar la belleza del amanecer, viéndolo únicamente, pero sin degustarlo. He cogido la cama día tras día con esa única frase en la cabeza:"por fin, un día menos, un infierno menos". He sentido cómo el mundo no giraba ni un milímetro para mí. Sin avanzar, sin retroceder. Sin esperanzas y con mucha desesperanza. No había destino donde llegar. Un sinsentido de vida que no esperaba y que no entraba en mis planes de futuro. Una vida triste, solitaria a pesar de estar rodeada. Poco cariño y muy mal ambiente. Un único refugio, mi trabajo. Donde allí sí giraba el mundo, con esa alegría genuina de los niños que están empezando su vida, con sus juegos y sus risas contagiosas, con esas lecciones que día tras día me daban, donde las dificultades para ellos son enormes, pero siempre consiguen salir victoriosos. Un empezar a saltar, un conseguir subir escaleras, un rallote rosa, un cochecito empujado que se va lejos lejos... Todo son retos que una vez conseguidos valoraban con risas de felicidad. Una lección de vida que me tenía que aplicar.

Nuestras vidas han cambiado. Mi pieza TEA y yo, sin soltarnos de la mano iniciamos una nueva etapa. Mano a mano. Ella no es consciente que su mundo dará un giro radical en setiembre. Que su querido cole será pasado, que no volverá nunca más a no ser que sea de visita. Que nunca más volverá a abrazar a los que han formado parte de su vida tantos años. Que el entorno cambiará. Que yo ya no lo llevaré en coche hasta el cole. Un cambio brutal que solo quiero que sea para bien, para que su futuro sea mucho más amable de lo que se me antoja ahora mismo. 

El duro golpe que me ha dado la vida, aunque muy muy doloroso me ha permitido desbloquar el mundo para que vuelva a girar y darme una nueva oportunidad de vida. Podría haber seguido venerando la oscuridad de la noche, regocijarme en la pena, embadurnarme de tristeza y rabia por lo cruel de la vida. Sin embargo, he decidido mirar el amanecer cara a cara, cada día, son una gran sonrisa en los labios. Porque señores, a pesar de los pesares, aquél tenía razón: LA VIDA ES BELLA.